Alcohol y resveratrol




Según señalan los estudios epidemiológicos, el vino puede actuar disminuyendo la incidencia de las enfermedades cardiovasculares. Los componentes del vino que pudieran ejercer este papel protector y su nivel de actuación han sido estudiados en el Departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona por las Dras. Carmen De la Torre, Rosa Lamuela y Susana Buxaderas.

Los resultados del proyecto, financiado por FIVIN, anuncian que principalmente son dos los componentes del vino que ejercen esta función, el alcohol y los polifenoles.

Con respecto al alcohol, hay claras evidencias de que los consumidores moderados de este presentan una menor incidencia de mortalidad por enfermedad coronaria que los abstemios, aproximadamente en un 70% inferior. Este efecto cardioprotector es debido a su capacidad para incrementar las HDL o también llamado colesterol bueno y su papel inhibidor de la agregación plaquetaria.

Si fuera el alcohol el único responsable de este efecto protector, al suministrar una dosis de etanol similar a la presente en el vino, el efecto de ambos (vino y solución etanólica) sería el mismo; sin embargo, el vino ejerce un mayor efecto protector.

La pregunta es, ¿cuáles son los compuestos responsables de este adicional efecto protector?

Uno de los candidatos para ejercer este efecto beneficioso pudieran ser los polifenoles, a los que se les han atribuido las siguientes propiedades:
  • Actúan como inhibidores de la oxidación de las LDL, gracias a su capacidad de secuestrar radicales libres y actuar como antioxidantes.
  • Bloquean la formación de las células espumosas, inhibiendo el enzima lipooxigenasa el cual es el responsable de la formación de agentes inflamatorios y estimulantes de los macrófagos.
  • Ocasionan relajación vascular, incrementando la síntesis de óxido nítrico.

Uno de los compuestos fenólicos que ha sido objeto de estudio en estos últimos años es el trans-resveratrol, dado que es el principal principio activo en la raíz de una planta medicinal, Polygarum cuspidatum, utilizada en la medicina tradicional oriental para el tratamiento de diversas patologías, tales como hiperlipidemias y aterosclerosis. Las propiedades que se han atribuido al trans-resveratrol "in vitro" son las siguientes:

  • Inhibición de la oxidación de las LDL. Las LDL oxidadas parecen ser mucho más aterogénicas que las LDL nativas.
  • Inhibición de la síntesis de eicosanoides a partir del ácido araquidónico. Es decir, evitarían la agregación plaquetaria.
  • Modulación del metabolismo lipídico.
  • Inhibición de la actividad del enzima protein-tirosin kinasa, enzima implicado en la alteración de las células tumorales. Por tanto, este compuesto también podría actuar como anticancerígeno.

Cabe destacar que también se han realizado estudios del mismo "in vivo" en animales de experimentación, en donde se ha observado que presenta un efecto antiinflamatorio y anticoagulante, que pudieran proteger frente a la aterosclerosis y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.

Además al trans-resveratrol, se le han atribuido las siguientes propiedades:
  • Disminución de los triglicéridos y las LDL del suero.
  • Inhibición de la lipogénesis.
  • Protección de las células hepáticas contra la peroxidación lipídica.
  • Acción anticancerígena.

FUENTE: Fundación para la Investigación del Vino y Nutrición/ Centro de Información.
http://elvino.paginasamarillas.es/magazine/articulo.asp?sec=5&subsec=8&id=228