Corrija sus malos hábitos de manejo



MEXICO

¿Conductor de alto o bajo riesgo? Es una pregunta que todos los que manejan un vehículo deben hacerse, pues dependiendo de ello, pueden poner en riesgo su vida o la de terceros.

Esta clasificación no sólo depende de la percepción que una compañía aseguradora tenga de los conductores dependiendo la edad o tipo de trabajo para poder asegurar nuestro auto, sino que también debemos ser conscientes de que existen actitudes y estados de ánimo que no son las más indicadas para manejar.

Algunos conductores pueden catalogarse como irresponsables, agresivos, descorteses, descuidados, abusivos, inseguros, lentos o distraídos, pero existen otra serie de factores, circunstancias o alteraciones emocionales y/o físicas que deberían tomarse en cuenta para que éste sea considerado de alto riesgo.

Problemas del conductor.

De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Experimentación y Seguridad Vial México (Cesvi) los trastornos pueden ser provocados por depresión, estrés, sueño, fatiga, alcohol, drogas o medicamentos.

Entendemos por depresión cuando una persona esta triste o angustiada, en ese estado y al volante, su atención en el camino disminuye debido a que su mente se encuentra en otro lado resolviendo otros asuntos, y peor aún si toma antidepresivos, pues estos le causan fatiga o somnolencia.

Generalmente estos conductores tienden al suicidio, pues vivir les causa dolor y quieren acabar con él, por ello son muy susceptibles a provocar un accidente, el hecho de ir manejando les da una sensación de poder terminar justamente en ese momento con su vida.

Esta enfermedad también causa alteraciones del sueño, generalmente por la noche padecen de insomnio, y por el día aparece la fatiga debido a la falta del sueño reparador.

Desafortunadamente la depresión es un estado que cada vez experimenta más gente, a veces sin saberlo, por lo tanto, son pocas las que acuden a un especialista a tratarse y así disminuir los riesgos de un accidente.

Estrés al volante.

Otro tipo de conductores, son los estresados, estos individuos se encuentran bajo mucha presión, puede ser por problemas en su trabajo, la familia, problemas económicos, o incluso alguna experiencia previa en un accidente automovilístico.

Toda esa incomodidad hace que su organismo reaccione gastando mucha energía en esas situaciones y por lo tanto disminuye habilidades y aumenta los niveles de agresividad, hostilidad e impaciencia. Estos factores inducen a que el conductor aumente la velocidad, pues no miden el peligro y cometen acciones que no sólo ponen en riesgo su vida, sino la de terceros.

Si las condiciones anteriores persisten, lo más probable es que los conductores entren a una etapa de cansancio que inhabilita la capacidad de reacción ante cualquier imprevisto, además puede provocar ritmo cardiaco acelerado, cambios en la presión arterial, tensión muscular, alteraciones en el aparato digestivo, descargas de adrenalina, dolores de cabeza y espalda, cambios de temperatura corporal, trastornos en la respiración, entre otras cosas.

En cuanto a los conductores somnolientos y fatigados, esta de más decir lo que pueden ocasionar en el caso de que se queden dormidos al volante.

Además, la falta de sueño reduce considerablemente las reacciones; es decir, si un conductor promedio reacciona ante un riesgo en el lapso de un segundo, uno somnoliento o fatigado, lo hará en un segundo y medio, o incluso hasta más tiempo.

La fatiga también se debe a cuestiones del entorno, la monotonía de la carretera, un asfalto defectuoso, congestionamientos viales, asientos incómodos, ambiente viciado dentro del auto, conducir con hambre etcétera.

El colmo al manejar.

Pero digamos que el colmo de los conductores son los que manejan bajo efectos del alcohol o las drogas. Ellos son los más peligrosos, pues entre la perdida de reflejos, la falta de visión y el alucine en sus mentes, pueden causar verdaderas desgracias.

Debido a esto, existen medios como el alcoholímetro que mide el nivel etílico de las personas, esto, en gran medida, puede ayudar a reducir los accidentes por esta causa.

Aunque sea difícil de creer, una sola cerveza puede ocasionarle serios problemas, pues además de la cantidad de alcohol ingerida, existen otros factores que causan riesgo como por ejemplo la edad, peso, sexo, si se tiene alimento en el estómago.

En cuanto a las drogas, existen las depresoras, con ellas se experimenta una sensación de relajamiento y de bienestar, ello se traduce a una pésima toma de decisiones, falta de visión y reducción de las habilidades motoras.

Otro tipo de drogas son las de efecto perturbador, estas hacen que los conductores se sientan invencibles y se vuelven temerarios al volante, tanto que no miden las consecuencias de, pasarse un alto a gran velocidad.

Si usted toma algún medicamento, lo más recomendable es que no maneje, recuerde que éstos también son drogas e inhiben sus habilidades al volante.

Cuando se encuentra al frente de un volante, cuide su vida y la de los demás, si padece algún trastorno o toma medicamentos o simplemente se tomo unas copas, es preferible ceder el volante.

Para cualquier duda o aclaración consulte la página www.cesvimexico.com.mx/

FUENTE:  Centro de Experimentación y Seguridad Vial, CESVI

                        El Economista/Finanzas/Noticias

http://www.economista.com.mx/sinprivilegios/impreso.articulos/8440F9C543A27B0F86257330005FE6A4