De manera oficial (pues hay quienes las inauguran antes), las celebraciones en torno a la Navidad inician con la primera posada el 16 de diciembre, continúan con las cenas de Nochebuena y Año Nuevo, el 24 y 31 de diciembre, respectivamente, y finalizan con la merienda del día de Reyes el 6 de enero. Halagar todos los sentidos es uno de los propósitos de los festejos, por medio de colores, olores, música y texturas que se han vuelto propios y distintivos de la época, sin faltar, desde luego, los exquisitos alimentos reservados sólo para la temporada.

Las fiestas navideñas son principalmente un deleite gastronómico, un agasajo para el paladar, destinado en este periodo al placer de una variedad de sabores, predominantemente el sabor dulce, por el que sentimos una predilección natural, pues basta recordar que la leche materna es dulce, y que históricamente las frutas maduras fueron las siguientes proveedoras de dulzura para nuestros ancestros. Luego vendría la miel de abeja, que comenzaron a recolectar hace 10 mil años hasta que aprendieron el arte de la apicultura hace 4 mil. Pero fue sin duda el azúcar, extraída de la caña de azúcar, el ingrediente revolucionario que transformó la apariencia y el sabor de los alimentos en todo el mundo.

Además de aportar sabor variedad y textura a los alimentos, este tipo de hidratos de carbono son una de las más importantes

fuentes de energía para nuestro organismo. Su gran consumo alrededor de la época de invierno no es tan casual, ya que las personas empezamos a quemar reservas calóricas a partir de la sensación de frío, por lo que el cuerpo recibe con beneplácito, los dulces, los chocolates y las bebidas que nos hacen entrar en calor.

Recuento azucarado

Por todo esto (y porque es un deleite) en esta época el azúcar se manifiesta de mil maneras atractivas: caramelos, bombones, confitería, merengues, frutas secas y en almíbar, turrones, mazapanes, ates, pasteles, panqués, galletas, chocolates, trufas, budines, gelatinas, buñuelos, tamales de dulce, ensaladas navideñas, ponche, rompope, chocolate caliente, refrescos, licores y cocteles... cada golosina y cada bebida encuentran espacio en los días de celebración; cada opción es oportunidad para la complacencia degustativa, pero también para agregar una enorme cantidad de calorías al cuerpo.

Sólo para tener una idea de la cantidad de azúcar que podemos ingerir durante un periodo de tres semanas de fiestas y reuniones, sigamos esta ruta azucarada.

Las posadas

Son nueve posadas las que se celebran del 16 al 24 de diciembre, y tradicionalmente se sirve a los invitados tamales dulces, buñuelos, ponche con fruta,

atole champurrado, chocolate o café de olla -aunque en las zonas urbanas del país es más frecuente que este menú cambie por frituras y refresco embotellado-. También se les puede obsequiar "aguinaldos": bolsitas o canastas con dulces, frutas y colaciones. Pero, sin discusión, el elemento imprescindible en una posada es la piñata. Antes repleta de frutas de la estación como mandarinas, naranjas, limas, tejocotes, cañas, cacahuates y jicamas, por cuestiones prácticas se ha impuesto rellenarla de todo tipo de caramelos, galletas y dulces industrializados, con escaso valor nutricional y hartos en azúcar y calorías.

Nochebuena

En México el preámbulo a la Navidad es una velada familiar el 24 de diciembre, que concluye tradicionalmente con el intercambio de obsequios (los regalos pueden incluir galletas, caramelos y chocolates). Los platos fuertes de la cena varían de acuerdo con la región y el nivel socioeconómico y cultural de las familias mexicanas, pero aun a pesar de la diversidad de platillos, el azúcar es omnipresente. Las recetas de muchos de estos manjares exigen ingredientes dulces, como en el relleno del pavo y del lomo de cerdo, en el mole de los romeritos, en salsas y aderezos, en la ensalada de Nochebuena (de betabel y manzana); además hay que agregar los obligados postres, ya sean muy mexicanos (buñuelos con miel, tamales dulces, capirotada, canelones, dulce de camote, panqué de elote, natilla) o retomado sde otras culturas: turrones, mazapanes, alfajores, troncos de navidad, pasteles, tartas, almendras, nueces y chocolates confitados, frutas en almíbar, budines, fruit cakes... sin faltar las bebidas que acompañan cada momento de la velada: ponche con frutas, vinos, sidra, licores, cocteles, refrescos... Es tradición de muachas familias celebrar en Noche Buena la última posada: de nuevo, los festejos incluyen la repartción de dulces a cada invitado, romper una piñata y se obsequian agunaldos.

Año nuevo. En México, los platillos tanto para la cena de Nochebuena como para recibir el año nuevo suelen ser los mismos, aunque la tradición ordena comer 12 uvas al momento que suenan las campanadas de la media noche, brindar por cada buen deseo proclamado y terminar la cena con algún delicioso postre.

Día de Reyes. La merienda del 6 de enero se disfruta entre amigos y familiares que se reúnen para partir la tradicional rosca de reyes -elaborada con harina de trigo, huevo, mantequilla, leche, azúcar, y frutas cristalizadas (cerezas, higos, naranjas)-, acompañada de una jarra de espumante chocolate caliente, y para determinar quiénes invitarán los tamales del 2 de fenrero, día de la Candelaria, tras la fortuna de que en su generosa rebanada de rosca se encuentre la figura que representa al niño Jesús.

Así, entre reuniones, celebraciones y alegres brindis, los nutriólogos estiman que los mexicanos podemos incrementar nuestro peso de 3 a 5 kilos. Claro, la culpa no recae totalmente en los azúcares, que ingerimos sino también en su efecto aunado a otros hidrátos de carbono y grasas que consumimos en diciembre. Revisa la tabla de la izquierda, horrorizate y empieza a hacer cuentas.

*******5 tips para resistir la tentación********

$ Evita comprar dulces para ti y tu familia.

Es seguro que alguien se encargará de proveértelos.

© Si acumulaste demasiadas golosina en casa: chocolates, galletas, caramelos y demás, llévalos a tu lugar de trabajo para compartirlos con tus compañeros. © Raciona las golosinas que reciben tus hijos. Protege su salud y sus dientes evitando que acaben con todas durante la temporada vacacional. $ No reserves tu apetito para el momento de las reuniones. Respeta tus horarios y porciones normales, así te será más fácil comer menos de todo. Recuerda masticar muy despacio. © Modera tu consumo de bebidas alcohólicas, pues también son ricas en azúcares y calorías.

Cálculo en terrones de azúcar

Estas son algunas equivalencias en cubos de azúcar de 4 g, de bebidas y golosinas cuyo consumo se incrementa en la temporada navideña. Ojo: son cantidades aproximadas. Hay gente por ejemplo, que atasca de miel su buñuelo.

*Sidra: ración: 150 ml Kcal:150 Azúcares(g): 18 Cubitos: 4.5

*Vino blanco dulce Ración: 100 ml Kcal: 160 Azúcares(g): 15 Cubitos: 3.75

*Vino rosado Ración: 100 ml Kcal: 67 Azúcares(g): 1.5 Cubitos: 0.40

*Vino tinto Ración: 100 ml Kcal: 85 Azúcares(g): 2.5 Cubitos: .60

*Vino de manzana Ración: 150 ml Kcal: 191 Azúcares(g): 15 Cubitos: 3.75

*Licor de café con Wisky Ración: 45 ml Kcal: 147 Azúcares(g): 9 Cubitos: 2.25

*Refreco de cola Ración: 1 L Kcal: 400 Azúcares(g): 108 Cubitos: 27

*Galletas (oreo) Ración: 57 ml Kcal: 270 Azúcares(g): 23 Cubitos: 5.75

*Milky Way Ración: 52.3 ml Kcal: 23 Azúcares(G): 32 Cubitos: 8

*Paleta Payaso Ración: 47.5 g Kcal: 180 Azúcares(G): 25 Cubitos: 6.25

*Tamal de dulce Ración: 1 pieza Kcal: 218 Azúcares(G): 52 Cubitos 13

*Buñuelo Ración: 1 pieza. Kcal: 123 Azúcares(G): 31 Cubitos: 7.75

*Ensalada de manzana Ración: tazón chico 200g Kcal: 180 Azúcares(g): 44 Cubitos: 11

*Tronco de Navidad Ración: Reb. 200 g Kcal: 240 Azúcares(g): 29 Cubitos: 7.25