Las vivencias de la sexualidad, de las relaciones de pareja y del amor, son construcciones sociales de cada época, cultura y religión; a lo largo de la historia nunca se han vivido de dos formas exactamente iguales. Por Gabriel Gutiérrez

Desde sus orígenes, la sexualidad ha evolucionado a la par que la mentalidad humana. Leslie Fleming, profesora de la Escuela Merritt Field de la Universidad Estatal de San Francisco, Estados Unidos, señala que alrededor del año 30,000 a. C los primeros asentamientos humanos estaban regidos por la 'Ley del Macho', porque al hombre le pertenecía la familia, su mujer debía ser monógama y él podía tener múltiples parejas sexuales.

Para la especialista, en esos momentos de la evolución social humana, la sexualidad únicamente satisfacía las necesidades fisiológicas y de reproducción. "Hemos llegado a la conclusión de que durante la prehistoria la vida sexual de los humanos carecía de algún tipo de norma que regulara las acciones eróticas tanto de hombres como de mujeres; sin embargo, basados en objetos y pinturas de la época que ensalzan distintos aspectos de la sexualidad, sabemos que la promiscuidad no era exagerada; por el contrario, creemos que existían pautas que de alguna forma mantenían un orden en la vida sexual de nuestros antepasados", comenta Fleming.

La agricultura y el sexo

Los antropólogos basan sus estudios de este tema en las pinturas rupestres en que se escenifican danzas fálicas, en las venus esteatopígicas, en los órganos genitales grabados en piedras y los falos de estatuas. De acuerdo con el artículo La sexualidad en la historia, documento elaborado por el Instituto Mexicano de Sexología, los símbolos sexuales labrados durante el Neolítico muestran una sexualidad entendida como fecundidad en la mujer, fertilidad de la tierra y virilidad del hombre, donde los genitales no tenían significado obsceno o erótico.

Lo cierto es que los escritos más antiguos que revelan aspectos de la sexualidad humana datan de hace más de 10,000 años y son escasos. "La sexualidad primitiva se ha clasificado desde dos ángulos", explica Alfred C. Kinsey.

LEDA Y EL CISNE es una imagen que remite a un episodio de la mitología griega en que el sexo era visto como un aspecto natural. Con la llegada de la Edad Media comenzó una etapa de represión de los deseos naturales de los seres humanos.

(1894-1956) en su libro Sexual Behavior in the Human Male, "al primero se le conoce como monogamia natural, en la cual el comportamiento era bastante similar al de los demás animales y estaba regulada por los periodos de celo o acoplamiento". Para Kinsey la segunda parte está ligada al descubrimiento de la agricultura, lo que permitió el establecimiento en territorios fijos por periodos prolongados. Con la construcción de un hogar se redujeron las expediciones de búsqueda de sustento y tanto hombres como mujeres tuvieron la oportunidad de reproducirse con mayor facilidad y comenzar a disfrutar del placer que proporcionaba el sexo. "En este momento la monogamia también jugó un papel esencial porque a través de ella se aseguraba el patrimonio familiar".

Regulación del deseo

Con la religión judía, cuna del Antiguo Testamento, se regularon las pautas sexuales; uno de los mandamientos del Decálogo es la prohibición del adulterio y en el Levítico se rechaza la homosexualidad -"No cometerás pecado de sodomía porque es una abominación"y al incesto -"Nadie se juntará carnalmente con su consanguinidad ni tendrá que ver con ella"-. A partir de entonces, la unión entre dos seres de diferentes sexos tenía como finalidad la descendencia y la esposa hebrea debía permitir las relaciones sexuales del esposo con otras mujeres. Sin embargo, en otras culturas, como la egipcia, el incesto estaba permitido, y en la Grecia antigua era común la homosexualidad masculina entre adultos y adolescentes; los primeros tenían la obligación de educar y formar intelectualmente a los pupilos (llamados paidegogous) y como retribución recibían favores sexuales de los menores.

La llegada de la Edad Media

En el año 476, tras la caída del Imperio Romano de Occidente, comenzó la Edad Media. Durante este periodo (que concluyó en 1453 con la caída del Imperio Bizantino) la Iglesia católica consolidó su poder político y social, pero sobre todo su ideología sobre el bien y el mal; sobre el poder de Dios y la amenaza del Diablo. De esta forma se refrendó el matrimonio monógamo y se declaró al instinto sexual como algo demoniaco; también se prohibieron las prácticas homosexuales, porque la unión entre dos personas debía ser únicamente entre hombre-mujer.

Alcide Bonneau describe en su libro Padlocks and Girdles of Chastity: A | Historical and Descriptive Notice, que los 1 Papas y demás clérigos crearon leyes que respaldaban las teorías divinas relacionadas con las relaciones de pareja y las prácticas sexuales, entre las que se incluía el pecado que suponía tener sexo fuera del matrimonio. Una de sus principales luchas fue contra la infidelidad y la virginidad -la mujer estaba obligada a llegar virgen al lecho de bodas-. Además, la Iglesia especificaba que las relaciones sexuales sólo debían enfocarse en la reproducción y carecer de disfrute; no debían efectuarse por mero deseo. A pesar de las prohibiciones, a finales del siglo XV aparecieron en Europa las primeras enfermedades de transmisión sexual, consideradas por el clero como castigo celestial al libertinaje sexual.

Fue alrededor del año 1530, cuando surgió la Reforma Protestante, encabezada por Martín Lutero, la cual provocó un cambio profundo en los usos y costumbres de la Iglesia católica de Europa Occidental, y los preceptos sobre la sexualidad y el matrimonio cambiaron; un ejemplo es el divorcio solicitado por Enrique VIII para separarse de Catalina de Aragón y casarse con Ana Bolena.

Puritanos y liberales

Siglos más tarde, durante la época victoriana (1837-1901), se continuó con la restricción de conductas sexuales como la masturbación, a la cual, además de inapropiada, se le consideraba responsable de enfermedades, entre ellas la epilepsia y locura. Un indicativo de este pensamiento quedó plasmado en el libro Psychopatia Sexuales, de Richard KraftEbing, publicado en 1882, en el cual el autor describe tipos de comportamiento sexual considerados patológicos, responsables de una desviación sexual. Cabe destacar que aún en esta etapa las prácticas sexuales que no estaban destinadas a la reproducción eran consideradas anormales. Se creía -por citar un casoque si las mujeres disfrutaban del sexo, era probable que murieran de forma prematura.

Este tipo de ideología perduró hasta mediados del siglo XX. Se modificó con la aparición de una nueva forma de pensar encabezada por Sigmund Freud (1856-1939), neurólogo austríaco creador del psicoanálisis, quien demostró que la sexualidad era parte importante de los seres humanos y tiene influencia en el desarrollo de la personalidad.

Freud introdujo al campo médico términos como 'libido', la cual controla los deseos eróticos. Se atrevió a asegurar que los miedos y las fobias derivaban de frustraciones sexuales. A pesar de lo controversial -y lo bastante discutidasde sus teorías, es considerado el padre del modernismo sexual. Otro de los personajes clave para el entendimiento de la sexualidad humana fue el psicólogo británico Havelock Ellis (1859-1939), autor dePsychologyofSex, donde explica que los deseos eróticos son iguales tanto en hombres como en mujeres, y la masturbación no causa ningún tipo de daños físicos o mentales. Por su parte, la doctora escocesa Marie Stopes (1880-1958) aseguraba que el sexo debía disfrutarse de forma libre y sin temores.

Otra de las aportaciones importantes en el campo del erotismo vino de las ideas revolucionarias de la filósofa y escritora australiana Germaine Greer (1939), quien en su libro La mujer eunuco critica al matrimonio convencional y a los rígidos estereotipos que encasillan a las mujeres como seres pasivos en la cama incapaces de proponer conductas o caminos sexuales.

En septiembre de 1919 Alfred C. Kinsey se graduaba del doctorado en biología de la Universidad de Harvard; 19 años más tarde publicó Sexual Behavior in the Human Male y en 1953 Sexual Behavior in the Human Female, textos que sig- . niñearon un parteaguas en el estudio | sistemático de la sexualidad humana, pues permitieron derrumbar mitos con e respecto a la conducta sexual.

Genética de la sexualidad

Aunque la genética de hembras y machos muestra diferencias significativas en cuanto a la sexualidad, tienen en común un mismo fin: el éxito reproductivo. Sus características han sido una añeja curiosidad, y uno de los precursores de su estudio fue Demócrito (460-371 a. C), quien aseguraba que el género de un bebé dependía de la fortaleza de la célula reproductiva de los hombres o las mujeres; Anaxágoras (500-428 a. C.) señalaba que ello tenía que ver con el lado del testículo de donde provenía el semen (Teoría de la Lateralidad); Empédocles (492-432 a.C.) propuso la teoría termal, o sea el sexo dependía de la temperatura en la que se gestaba el huevo; Aristóteles (384-322 a.C.) tenía la hipótesis de que se producían más machos con los vientos cálidos, y Santo Tomás de Aquino (12251274) pensaba que la mujer era una masa occasionatus, es decir, un hombre que no ha llegado a su destino. Platón (427-347 a.C.) creía que la primera generación humana consistía de hombres, y los cobardes renacían mujeres.

Lo cierto es que con el paso de los siglos se trató de entender el funcionamiento del cerebro de ambos sexos y las conclusiones se concibieron luego de observaciones científicas y sesgos culturales. Por ejemplo, hacia 1854 el anatomista alemán Emil Huschke publicó que el lóbulo frontal masculino era 1% más grande, lo que determinaba de forma genética la inferioridad femenina. Por fortuna, con el avance de la ciencia todas estas afirmaciones fueron refutadas por numerosos investigadores.

Diferencias en el laboratorio

Uno de los avances más significativos en este terreno ocurrió en 1900 cuando se descubrió que las hormonas están involucradas en la diferenciación sexual. En esa década M. A. Hoffman publicó Sexual Differentiation of the Human Brain. A Histórico! Perspective, libro en el cual propone la Teoría de Jost: "Los embriones de ambos sexos se desarrollan de manera idéntica durante los primeros dos meses de gestación, sólo a partir de ese momento surge la formación de los fenotipos femenino y masculino, todo gracias a un par de cromosomas sexuales, que en la hembra son XX y en el macho XY".

A partir de este momento comenzó una revolución en el estudio biológico y genético de ambos sexos; desde el conocimiento de las diferencias de las funciones anatómicas y metabólicas, hasta la curiosidad por saber qué pasaba en el cerebro de hombres y mujeres. Al respecto el doctor Joseph D. Mclnerney de la Oficina de Educación Científica de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, plantea que la sexualidad comprende la capacidad de expresar sentimientos y emociones que condicionan el comportamiento afectivo. De esta forma la función sexual de los seres humanos une ambos aspectos (emocional y reproductivo). Para Mclnerney la sexualidad se refiere de manera exclusiva a los órganos genitales, mientras que la sensualidad permite el despertar de la imaginación en ambos sexos. Una sonrisa, mirada o caricia dicen más cosas que las palabras. Esto hace posible llevar a cabo un juego que posibilita explorar los sentidos mucho más allá del simple aspecto sexual.

Infieles por naturaleza

Hace poco fue publicado en la sección de Ciencia de The New York Times el artículo Studies on the Human SexRatio. Evidence of Genetic Variation of the Primary Sex Ratio in Man, escrito por Nicholas Wade, en el cual señala que no es extraño que el cerebro de hombres y mujeres funcione de manera tan dispar. Nuevos estudios acerca de la actividad cerebral de varones y féminas en fase de enamoramiento han confirmado que las diferencias de comportamiento son notables y genéticamente justificables, y que uno de los aspectos que más los distancia es el apetito sexual: el hombre tiene uno más constante y la mujer es mayormente sensitiva.

Otro de los aspectos importantes en el ámbito de la sexualidad humana es el de la fidelidad, la cual se presenta de forma diferente en los dos géneros. De acuerdo con el artículo de Wade, sólo 3% de los mamíferos de la Tierra son monógamos, entre los que se encuentran los perritos de la pradera, las oreas, los caballos de mar y el hombre; la promiscuidad en las demás especies está relacionada con la propia supervivencia de la especie. A pesar de ello, 15% de la población masculina sexualmente activa admitió haber sido infiel alguna vez en su vida.

Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, descubrió que la infidelidad está influida por 30 genes determinantes del comportamiento social y sexual, cada uno con una función precisa. Por ejemplo, existe el de la fidelidad conyugal, el del amor hacia los hijos y el de la personalidad romántica. La autora de la investigación, Catherine Dulac, asegura que los estudios realizados en animales de laboratorio también son aplicables a los humanos, sin embargo es necesario determinar cómo influye el contexto social, g pues es necesario tener en cuenta que no S todo depende de la genética sino también g de nuestros impulsos y el ambiente en £ que hemos vivimos.

El otro sexo

En marzo de 2008 una noticia conmocionó a los médicos del mundo: Thomas Beatie, transexual nacido mujer, anunciaba su quinto mes de gestación. Él estaba casado con Nancy, quien 20 años atrás se había sometido a una operación de endometriosis cuyos resultados habían generado infertilidad. Ante este panorama, la pareja decidió recurrir a una reproducción in vitro y el óvulo fecundado sería implantado en la matriz de Thomas, quien meses antes dejó de tomar testosterona para facilitar la implantación y el embarazo. Tras abandonar por cuatro meses sus inyecciones bimestrales de hormona masculina, recuperó su ciclo menstrual y posteriormente buscó bancos de esperma para hacerse una inseminación artificial. "El embarazo es una sensación increíble.

Aunque mi barriga crezca día a día, me siento hombre, y cuando mi hija nazca, seré el padre y Nancy la madre", aseguró en entrevista al diario The Advócate.

Al año siguiente dio a luz a su segundo vastago.

Reacción social

Más allá del triunfo que esta historia significó para la medicina y los homosexuales, el suceso generó reacciones encontradas por parte de la sociedad: mientras los grupos conservadores lo consideraron una abominación de la naturaleza, los más liberales lo vieron como un triunfo del ser humano libre de decidir sobre su propio cuerpo.

"Debemos tomar en cuenta que la homosexualidad ha estado siempre presente a lo largo de la historia humana. Durante y después de la Edad Media ha sido rechazada y perseguida, y apenas desde hace unas décadas ha comenzado a verse como una orientación sexual o preferencia, sobre todo desde que ha sido desclasificada como enfermedad mental por la APA (Asociación Psiquiátrica Americana) en 1973-74 y por la OMS al finalizar el siglo pasado", explica el sexólogo David Barrios Martínez, director de Caleidoscopia. Añade que en pleno siglo XXI subsisten ideas retrógradas carentes de respeto a la diversidad sexual, mientras los sexólogos contemporáneos convergen en una visión empática y científica que desde luego no contempla a la homosexualidad como patología, sino como una orientación erótico-afectiva. De esta forma, la homosexualidad hoy día es reconocida como la atracción placentera por las personas del propio género; esto incluye tanto las vinculaciones afectivas como las de índole erótico.

Para el entrevistado, las consecuencias de la satanización social de la homosexualidad derivan en discriminación, prejuicios y 'el encierro en el clóset'. "Creo que no hay peor persecución que ésta. Las jerarquías de diferentes iglesias, los absolutismos políticos de derecha e izquierda y las actitudes anticientíficas y no-humanistas, han hecho operativa la ya citada homofobia", añade.

En la variedad está el gusto

El estudio científico de las orientaciones sexuales, las manifestaciones de la diversidad sexual (filias), la transgeneridad y la transexualidad, es en realidad bastante reciente. Aunque hubo precursores importantes en el siglo XIX, el XX se considera el punto de arranque de la investigación seria a manos de Magnus Hirschfeld, Havellock Ellis, Sigmund Freud, Iwan Bloch, Alfred Kinsey, Harry Benjamin, Alian Bell, John Money y Jeffrey Weeks, entre otros.

A pesar de que no pocos han tratado de ver las prácticas homosexuales como una variedad de la sexualidad humana, el conservadurismo, la ignorancia y la falta de apertura a otras ideas ha generado fobias individuales -generadas por desconocimiento-. "Las sociedades temen y repudian lo que es desconocido, porque lo perciben como una amenaza. De ahí la gran importancia que tiene la educación sexual integral que incluya ideas, sentimientos, actitudes", expresa Barrios Martínez. "Por fortuna, en los últimos años se ha dado una mayor apertura y aceptación; cada vez hay más sectores sociales que muestran mayor comprensión, aunque la mayoría manifiesta homofobia y discriminación".

Lo que está por venir

El mundo cambia constantemente, la genética y la tecnología avanzan a pasos agigantados, cada vez las diferentes expresiones de la sexualidad son expuestas a la sociedad, pero ¿la sociedad está preparada para el futuro del erotismo humano Para el sexólogo las prácticas sexuales son extremadamente variables y diferenciadas entre las personas y entre las diversas culturas. "No obstante, sí podríamos hablar de algunas tendencias que se consolidan en el mundo actual, la llamada 'aldea global': mayor libertad en los encuentros eróticos de la población joven, atenuación de la 'doble moral', expansión del cibersexo, consolidación de movimientos subculturales como el polia- mor, la cultura BDSM, clubes nudistas o swingers, nuevos consorcios afectivos y sexuales alternos a la pareja convencional (triadas, neocomunas, parejas 'abiertas', etc). Todo lo anterior coexistirá, sin duda, con los modos convencionales de vivir la sexualidad". EUB

El oficio más viejo

Nancy Qualls-Corbett, investigadora de la Jung Society de Atlanta, Estados Unidos, autora del libro The Sacied Prostitute: Eternal Aspect of the Feminine, explica que existen diferentes teorías sobre el origen de la prostitución, una señala que surgió en sociedades matriarcales en las que la sexualidad y la espiritualidad estaban muy unidas, por lo que el sexo se convertía en ofrenda a los dioses para ganar su favor y para que la mujer fuese obsequiada con fertilidad.

De acuerdo con la autora, alrededor del año 3000 a. C. en Babilonia todas las mujeres tenían la obligación, al menos una vez en su vida, de acudir al santuario de Militta (la Afrodita griega) para practicar sexo con un extranjero, como muestra de hospitalidad y a cambio de un pago simbólico. En la Grecia clásica a este oficio se le conocía como porne, derivado del verbo pememi (vender). Quienes se prostituían -tanto hombres como mujeresdebían vestirse con ropas especiales que los distinguiera de los demás y estaban obligados a pagar un impuesto. De acuerdo con los registros históricos, en el siglo IV a. C. se estableció en Atenas, Grecia, uno de los primeros lupanares de la historia.

Cuestión de orgasmos

A pesar de las diferencias anatómicas entre sus genitales, hombres y mujeres, experimentan de una forma similar los orgasmos, tanto psicológica como físicamente. Investigadores del Instituto Kinsey de Estados Unidos concluyeron esto después de entrevistar a cientos de personas quienes describieron con detalle qué sentían durante un orgasmo.

Mujeres Comienza con una sensación de estar suspendida, seguida de un intenso placer que con frecuencia comienza en el clítoris y se corre hasta la pelvis. Ellas describen que sus genitales aumentan de temperatura, como si tuvieran electricidad, una sensación que se reparte en gran parte de su cuerpo. Algunas mujeres manifestaron experimentar contracciones musculares en su vagina y parte baja de la pelvis.

Hombres Todo comienza con una sensación profunda de calor y presión en la base del pene la cual indica que la eyaculación está por llegar. Instantes antes de que ésta ocurra, los hombres describen intensas y placenteras contracciones que involucran el esfínter anal, músculos de la zona prostética, el perineo y los genitales. Finalmente se siente cómo el semen atraviesa los conductos seminales del pene, hasta llegar al exterior.

Los cinco sexos

En 1993 un artículo de la profesora Anne Fausto-Sterling abrió una brecha en la monolítica concepción hombre-mujer de la sexualidad. Fausto-Sterling no se conformaba con poner de relieve la existencia de un tercer sexo desde el punto de vista estrictamente biológico -el caso de los hermafroditas, con ovarios y testículos-, sino que también habría merms, individuos que poseen testículos y algún aspecto de los genitales femeninos; y ferrns, con ovarios y ciertos vestigios de los órganos sexuales masculinos.

La bióloga norteamericana estima que hay 1.7% de intersexuales, si bien otros rebajan drásticamente esta cifra. Por su parte, el sexólogo John Money sostenía que hasta 4% de la población no es exactamente ni hombre ni mujer.

Vírgenes hasta la muerte

Actualmente hay personas de edad avanzada que nunca han tenido una experiencia sexual.

El psicólogo Brian G. Gilmartin catalogó en 1987 a estas personas como love-shyness y desde entonces comenzaron a surgir grupos de ayuda, encuentros en foros y blogs donde los supuestos afectados intercambian sus experiencias.

En Alemania se autonombraron Absolute Beginners (ABs). En ese país se calcula que 30% de los jóvenes de 18 años son vírgenes, pero no se sabe si de forma voluntaria. El científico del sexo Kurt Starke, profesor en la Universidad de Leipzig, Alemania, estima que 10% de los estudiantes varones son aún vírgenes al terminar la carrera universitaria como consecuencia de una timidez crónica severa, que para algunos se ha convertido en un verdadero problema.

¿Travestí = transexual

El primero es el placer por utilizar ropa, accesorios, manierismos y usos sociales que en cada cultura se consideran propios del otro género; clásicamente un hombre que se atavía como mujer o ésta como varón. Es un juego de rol de género cruzado: en el caso del varón, se sabe hombre, le agrada ser macho, pero le encanta vestirse como fémina.

La transexualidad, sin embargo, no es el juego de cambio de rol, sino una no-concordancia entre el sexo y la identidad de género. La persona transexual, como dice la frase común, "se siente atrapada en el cuerpo que no le corresponde". Por ejemplo, un varón biológico se vive de manera interna como mujer, por lo que desea los cambios físicos necesarios para que su aspecto físico concuerde con su identidad femenina.

Historia de la sexualidad y terapéutica

1500 a. C. tos médicos griegos aseguran que para aumentar la potencia sexual es necesaria la ingestión de alimentos que se parezcan a los genitales.

1000 a. C. En India dicen que las rocas de sal de Sindh son un estimulante sexual. 320 a. C. Teofrasto informa que el satyrion permite al hombre hasta 70 coitos consecutivos.

315 a. C. Aristóteles observa la presencia de un baculum o pequeño palo dentro de los penes de los lobos, una estructura cartilaginosa que permite la penetración.

50 El naturalista romano Plinio 'el Viejo' describe que el jengibre es un afrodisiaco natural si se consume en forma de pasta o se unta en los testículos.

68 Los médicos romanos afirman que dar un masaje en los testículos hasta provocar la eyaculación ayuda a restaurar la virilidad.

1000 En Inglaterra, Burchard I crea la receta del 'pan de amor' hecho a base de harina de trigo molido después de que mujeres desnudas bailaron sobre él.

1350 En Europa se difunde un brebaje preparado a base de aceite de oliva y hormigas negras, el cual se menciona era capaz de producir erecciones firmes.

1400 Surgen curas milagrosas para restaurar la sexualidad en los matrimonios. Algunas consisten en untar el pene y la vagina con grasa derretida de las jorobas de camellos.

1605 En Inglaterra se comienza a utilizar el alcohol como un afrodisiaco. 1659 Llega a París el cacao de América, empleado como tónico afrodisiaco.

1700 En España se indica que el escarabajo de la ampolla es un estimulante sexual, porque consumirlo promueve el flujo sanguíneo en los genitales.

1750 John Graham inventa la 'cama celestial', a la cual se le incorporó música suave, luces de colores e incienso a fin de promover los impulsos eróticos.

1754 Casanova asegura que ingiere 48 ostras cada mañana 1912 Freud escribe: "Algo en la naturaleza del instinto sexual es desfavorable para la satisfacción".

1913 Freud sugiere que la homosexualidad es una respuesta neurótica por conflictos reprimidos.

1930 La yohimbina, un extracto de la corteza de un árbol de África central, empieza a ser empleada como medio de excitación.

1936 Tiene lugar la primera reconstrucción exitosa de un pene amputado como resultado de una lesión en el campo de batalla durante la Segunda Guerra Mundial.

1948 Alfred C. Kinsey publica Sexual Behavior ln the Human Male, con el cual derriba múltiples mitos acerca de la sexualidad humana.

1952 Se implantan férulas de acrílico para devolverle firmeza al pene a manera de tratamiento contra la impotencia.

1954 William Howell Masters inicia sus investigaciones. Logró un mejor entendimiento de la fisiología del sexo, tratamiento de la impotencia y la eyaculaclón precoz.

1964 Empieza la revolución de los anticonceptivos orales.

1966 Las revistas médicas dicen que la impotencia es causada por la excesiva masturbación, abstinencia, coitos interruptus, monogamia y homosexualidad.

1967 Se comienzan a difundir los anuncios sobre aparatos capaces de prolongar las dimensiones del pene.

1969 Investigadores descubren que los altos niveles de serotonina inhiben la respuesta sexual en las ratas, y que un medicamento evita este proceso.

1970 En el libro Human Sexual Inadequacy, W. Howell y V. Eshelman aseguran que 90% de los casos de impotencia se dan por conflictos psicológicos o emocionales.

1972 El Canadian Journal of Psychiatry publica que el Anafranil, fármaco contra la depresión, desencadena orgasmos espontáneos.

1973 El diario World Journal of Surgery señala que una cirugía vascular podría restablecer la función eréctil.

1980 Se descubre que la impotencia tiene como principal causa trastornos físicos, no emocionales, como la diabetes, hipertensión, depresión y tabaquismo.

1981 La epidemia de sida pone fin a la revolución sexual.

1983 Durante la reunión de la Asociación Americana de Urología, Giles Brindley presenta una propia erección tras inyectarse en el pene drogas alfabloqueadoras.

1984 Surgen las bombas de vacío como la opción que sustituirá a los implantes de pene en el tratamiento contra la impotencia.

1985 Los nuevos medicamentos vasodilatadores empiezan a demostrar resultados favorables para curar la impotencia.

1989 La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos declara que los fármacos contra la impotencia no serán de venta libre.

1994 En Taiwán y Corea del Sur, la sopa de penes de tigre tiene un precio de 350 dólares por un tazón.

1995 La Food and Drug Administration aprueba la venta de Caverject, uno de los inyectables de la prostaglandina El, primer medicamento contra la disfunción eréctil.

1996 La empresa Vivus, Inc. comercializa el microsupositorio uretral con prostaglandina E1 para promover erecciones.

1998 La FDA autoriza el Viagra para su venta como el primer tratamiento oral efectivo para la disfunción eréctil.

2001 Sale a la venta el anticonceptivo de emergencia que debe tomarse antes de las 72 horas siguientes a la relación sexual.

2002 El campo médico se mete de lleno en la búsqueda del 'viagra rosa' cuyo propósito sería aumentar el deseo sexual femenino.