Casi 50% del mercado nacional de bebidas alcohólicas no cumple con las normas de salud, por ello la FISAC presenta Consumo Responsable, campaña que promueve una cultura de conciencia entre los consumidores.

Evitar el consumo de alcohol entre menores de edad, impedir que quienes beban conduzcan un vehículo, ofrecérselo productos de la mejor calidad, así como que el consumidor sepa qué toma, haciendo a un lado las llamadas bebidas piratas o de dudosa procedencia, son los objetivos de la campaña denominada Consumo Responsable. Ésta es una iniciativa de la industria de bebidas alcohólicas, a través de la Fundación de Investigaciones Sociales A.C. (FISAC) que se pondrá en marcha a partir de octubre con el apoyo de bares, restaurantes, discotecas, antros y establecimientos incorporados a la Canirac, la Asociación de Distribuidores de Vinos y Licores, así como asociaciones de hoteles, entre otros organismos.

"En su primera fase esta campaña sólo operará en el Distrito Federal y en Guadalajara aunque se pretende que se extienda a todo el país. Se colocará un sello distintivo a los centros de consumo o comercialización como tiendas de autoservicio o de conveniencia, hoteles, bares, entre otros, que tengan buenas prácticas. Esto es, que sólo vendan bebidas de marcas comerciales de buen nombre e imagen, de empresas que pagan impuestos y ofrecen un negocio legítimo, evitando la comercialización de bebidas adulteradas o de dudosa procedencia que, además de ser una competencia desleal, ponen en riesgo la salud de quienes las consumen", explicó Francois Bouyra, director general de Casa Pedro Domecq y presidente de FISAC.

El ejecutivo, además señaló que en la campaña participa toda la industria -en la que tienen presencia firmas tan fuertes como Diageo, Bacardi y Domecq, entre otras y medios de comunicación como Televisa.

"Con Consumo Responsable pretendemos crear un movimiento de gente que pida calidad en lo que ingiere y que esté protegido contra las bebidas adulteradas, porque queremos un consumidor saludable y consciente de que la venta de productos apócrifos es un problema grave. De hecho, en México casi 50% del mercado de bebidas alcohólicas no paga impuestos ni cumple con las normas de salud", afirmó Bouyra.

Asimismo, la industria propone varias medidas para acabar con este mercado paralelo: aumentar las sanciones para quienes produzcan o vendan bebidas de dudosa procedencia; en conjunto con el gobierno, realizar operativos más frecuentes y mejor organizados contra las fábricas clandestinas o licorerías informales, así como una reducción a tos impuestos del sector.

En cuanto a los resultados de la campaña, el presidente de FISAC reconoció que es difícil estimarlos, pero se mostró confiado en que millones de personas estén en contacto con esta iniciativa, en especial los jóvenes.

(02-sept)