En la última década las enfermedades crónico degenerativas, los accidentes y las agresiones se convirtieron en las primeras causas de muerte entre la población del Distrito Federal. La agenda estadística de la Secretaría de Salud del Distrito Federal (SSDF) de 2008 señala que en 2000 las enfermedades relacionadas con problemas del corazón se convirtieron en la principal razón de fallecimientos cuando dos décadas antes ocupaban el cuarto lugar. En cambio, las neumonías e influenzas estacionales bajaron hasta el octavo sitio. Mientras que los accidentes de tránsito ocuparon el primer lugar de causas de muerte entre los jóvenes; los homicidios se ubican en el onceavo sitio, por encima del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH-sida) y la bronquitis. Las adicciones al tabaco y al alcohol van en aumento al igual que las enfermedades que generan daños al hígado, tumores malignos y las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas están dentro de las primeras 10 causas de muerte entre los habitantes de la ciudad. Transiciones El subsecretario de Salud en el Distrito Federal, Ignacio Villaseñor, explicó que del 2000 a la fecha la población de la ciudad de México experimenta dos grandes transiciones: epidemiológica y demográfica. Ambas están directamente relacionadas debido a que mientras la esperanza de vivir más años aumenta, también crecen las posibilidades de padecer enfermedades no transmisibles como son la diabetes, hipertensión y la obesidad. El Consejo Nacional de Población (Conapo) asegura que el DF ocupa el primer lugar a nivel nacional de mayor avance del envejecimiento, seguido de Zacatecas, Oaxaca, Nayarit, Yucatán, Michoacán, Veracruz y San Luis Potosí. La pirámide poblacional en la ciudad de México tiende a invertirse: hay más adultos que niños. El promedio de vida en el Distrito Federal es de 75 años. En consecuencia enfermedades cardiovasculares, diabetes, afecciones cardíacas e hipertensión son los principales males de los capitalinos y a la par demandan mayor presupuesto para su atención. "Es más costoso tratar enfermedades crónico degenerativas que prevenirlas", dijo Ignacio Villaseñor. En la transición epidemiológica de los habitantes de la ciudad en la última década también han aparecido nuevas enfermedades como la influenza A H1N1 que se convirtió en la nueva influenza estacional para los próximos años. Con la crisis económica y su consecuente pérdida de empleos y de la afiliación a instituciones de seguridad social como IMSS o ISSSTE ha incrementado la demanda de los servicios de salud pública de la capital del país. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) elaborada por el Instituto Nacional de Salud Pública, señala que en la última década incrementó en la ciudad de México el número de personasque no tienen acceso a una derechohabiencia. En el inicio de la década, 48.4% carecía de seguridad social, para el 2006 esa cifra aumentó a 49.3%. El estudio indica que en el DF, 34.2% de la población está afiliada al IMSS, el 11.2% al ISSSTE, el 1.9% pertenece al Seguro Popular y el resto no cuenta con servicios de salud. La Secretaría de Salud local calcula que sólo este año incrementó la demanda de atención médica en 20%, lo que significa que 350 mil personas se afiliaron a la gratuidad en el Distrito Federal. Esta cifra podría aumentar el próximo año a consecuencia de la crisis económica. Ignacio Villaseñor dijo que en la última década "las enfermedades han avanzado más rápido que los servicios de salud". Nuevas leyes Ignacio Villaseñor también agregó que las legislaciones locales van a la vanguardia en todo el país. A principio de la década, el Distrito Federal se convirtió en la primera entidad en la que por ley sus habitantes tienen derecho a recibir atención médica y medicamentos gratuitos. En 2007, la despenalización del aborto (antes de los tres primeros meses de gestación) ayudó a disminuir la muerte por interrupciones de embarazo mal practicados o en lugares clandestinos, dijo. Esta legislación desató polémica y enfrentamientos con organizaciones conservadoras y la iglesia, quienes acusaron al gobierno de atentar contra la vida. A la fecha se han practicado más de 23 mil interrupciones de embarazos. Un año después, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se aprobó la ley de protección a la salud de los no fumadores, misma que prohíbe consumir tabaco en lugares públicos cerrados. El objetivo es desalentar el consumo de cigarrillos en lugares cerrados y evitar los daños a la salud de las personas que no fuman. En el mismo año se creó la Ley de Voluntad Anticipada con la cual los enfermos terminales tienen la opción de decidir si desean seguir apegados a tratamientos curativos o acceder a cuidados paliativos. Apuesta por la prevención Los modelos de atención se han modificado; apostar por la prevención es el nuevo objetivo en las políticas públicas. Las autoridades han creado programas como el alcoholímetro para reducir accidentes de tránsito causados por el consumo de alcohol; programas de sexualidad para evitar enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. Además de programas de atención médica domiciliaria como el denominado Ángel, enfocado a los habitantes de las zonas más marginadas de la ciudad. Entre los proyectos del gobierno capitalino está terminar la construcción de tres nuevos hospitales para enfrentar el crecimiento de la demanda y la inclusión de una materia de educación en salud.