Advierten daños a pinos, árboles y plantas. Asegura experta que la mayor afectación se presenta en la región surponiente del DF Alejandro Ramos (5 diciembre 2009).- La concentración permanente de ozono en la región surponiente de la Ciudad debido a que el gas tóxico no puede superar la zona montañosa ha provocado daños a los pinos hartwegii o de las alturas, patula y montezumae, así como a otros árboles y plantas del Ajusco, Desierto de Leones y Los Dinamos, principalmente.

Los daños también se presentan, aunque con menor gravedad, en los árboles y plantas de camellones, jardines y parques urbanos, advirtió María de Lourdes de La Isla de Bahuer, investigadora del Colegio de Posgraduados campus Montecillo.

De acuerdo con la experta, la masa forestal de las zonas montañosas se va debilitando hasta la muerte por los efectos del ozono.

"Los árboles quedan débiles y son fácil presa de los insectos y descortezadores, los cuales acaban con éstos rápidamente. Ésta es una de las causas por las que las cimas de las zonas montañosas se van quedando pelonas, y en su lugar sólo crecen pastizales, el cual es más resistente al ozono", explicó.

La fitopatóloga dijo que los cultivos de frijol, sobre todo el pinto, que aún se siembran en las zonas rurales del DF también son afectados por el gas tóxico, lo que provoca una reducción de rendimiento hasta de 45 por ciento.

"El ozono en una planta o árbol le causa daños en los tejidos. En los ejemplares más maduros es donde se presenta el daño, y a simple vista se le observan manchas en las hojas, pero también puede haber efectos indirectos, como en el caso de la regeneración natural de los bosques, porque afecta la germinación del polen. No hay reproducción de arbolitos, y por eso las puntas de los cerros se ven pelones porque la especie más sensible es la que crece en las alturas, ahí está acabándose", alertó De la Isla de Bahuer, quien participó en el seminario internacional sobre Calidad del Aire y Salud, que organizó la Comisión Ambiental Metropolitana los días 2 y 3 de diciembre.

"El daño es semejante en los humanos y las plantas: acelera el envejecimiento de los tejidos. Esto se relaciona con lo que uno aprecia una defoliación o caída de hojas de los árboles".

La especialista reconoció que aún faltan más estudios para poder seleccionar otros tipos de especies de árboles y plantas que se pueden sembrar en las zonas donde hay mayor daño por el ozono, aunque no por ello se debe dejar de reforestar, pues hay especies que se van haciendo más resistentes a la contaminación atmosférica, como el pino ayacahuite.

"Hasta el momento, la única alternativa de solución es la misma que para el humano: cambiar la tecnología automotriz por una más limpia, tener gasolinas más limpias y bajar más las emisiones que producen los automotores y la industria.

"También es importante mantener las investigaciones en la masa forestal, puesto que ahora se le suman impactos del cambio climático, que va paralelo a la contaminación atmosférica ", precisó.

El suelo verde...

Radiografía de la superficie de conservación de la Ciudad:

· 86 mil 774 hectáreas corresponden a suelo de conservación, lo que equivale al 57 por ciento del total de la superficie del DF.

· 36 poblados rurales se ubican en la región catalogada como suelo de conservación.

· El 80 por ciento de la superficie de suelo de conservación corresponde a propiedad social: cascos urbanos, zonas agrícolas y forestales.

· La tasa de deforestación promedio anual en el DF se estima en 240 hectáreas.

FUENTE: Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del DF.

Así lo dijo

"La contaminación atmosférica y el cambio climático van en paralelo afectando seriamente a la masa forestal de las montañas del DF, por eso cada vez vemos más pelonas las cimas de estas regiones".

María de Lourdes de La Isla de Bahuer, investigadora del Colegio de Posgraduados.