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Chocan versiones de esclavitud en anexo
05/12/2009
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Ángel, de 26 años, junto con tres compañeros elaboraba bolsas de cartón para una tienda en el anexo de Iztapalapa, donde se descubrió que los empleados eran tratados como exclavos. Indicó que fue llevado por la fuerza al Instituto de Rehabilitación de Alcohol y Drogadicción Hospital Santo Tomás, Los Elegidos de Dios. Explicó que sufrían malos tratos y trabajaban de las 08:00 a las 22:00 horas sin salario alguno.


Filiberto Cruz Monroy Internos detallan los malos tratos que recibían en el supuesto centro de rehabilitación de Iztapalapa, como recibir comida podrida, golpes y pasar tres días de pie; otros defienden a la agrupación. Hacían bolsas para una tienda Ángel, de 26 años, junto con tres compañeros elaboraba bolsas de cartón para una tienda en el anexo de Iztapalapa, donde se descubrió que los empleados eran tratados como exclavos. Indicó que fue llevado por la fuerza al Instituto de Rehabilitación de Alcohol y Drogadicción Hospital Santo Tomás, Los Elegidos de Dios. Explicó que sufrían malos tratos y trabajaban de las 08:00 a las 22:00 horas sin salario alguno. "(Elaborábamos) bolsas que le trabajan a unas tiendas departamentales de lujo, eran de cartón encerado y tenían el nombre del negocio con letras grandes", dijo. Comentó que fue levantado cuando tomaba cervezas con unos amigos suyos. "Salí de trabajar (en una empacadora de la Central de Abasto) y me puse a tomar unas cervezas con unos amigos, me despedí y se paró una camioneta, bajaron unos sujetos y me subieron a una camioneta", narró el joven. Afirmó que al ingresar al sitió lo obligaron a firmar un papel y que fue golpeado. Además, reveló que internos ingresaban al baño en tandas de 12 personas y tenían cinco minutos para asearse. Por su parte, Juan Velázquez Hernández, de 81 años, también fue levantado en la Central de Abasto y llevado al instituto por la fuerza. Confirmó que recibían comida podrida. "Pura verdura echada a perder, la zanahoria muy podrida. Si no comía te castigaban o te daban dos platos más o te paraban tres noches y tres días." En tanto, el señor Pilar, de 44 años, diablero y vendedor de frutas y verduras, indicó que fue levantado por el supuesto comandante Águila. Explicó que los único trato amable provenía de un grupo cristiano, de Chimalhuacán, que les daba pláticas de alcoholismo, los domingos, aunque "no nos dejaban hablar con ellos". La Procuraduría capitalina informó que ascienden a 105 las víctimas rescatadas y los detenidos a 25, entre éstos Miguel Ángel Blancas y Raymundo Rodríguez, quienes estaban en calidad de víctimas. Jovani describe otra institución Jovani Israel Fragoso Sotelo permaneció tres meses internado en el Instituto de Rehabilitación de Alcohol y Drogadicción Hospital Santo Tomás, Los Elegidos de Dios, salió y hasta la fecha no ha recaido en el alcoholismo. En entrevista, afuera de las instalaciones de Fiscalía Antisecuestros de la procuraduría capitalina, aseguró que es falso que en dicha institución golpearan a los militantes y los obligaran a trabajar como esclavos. "Ahí no hay golpes, no hay maltrato hacia la gente. Hay tres comidas al día, es una dieta de verduras, que es dieta blanda, y el baño es diario; no hay golpes. "A mí me llevó mi familia y sí elaborábamos bolsas, pero era para ayudar con la manutención del grupo", aseguró. Jovani insistió en que los alimentos que les proporcionaban no estaba en mal estado y sí recibían medicamentos. "La comida eran verduras, pero no estaban echadas a perder, la que estaba echada a perder se tiraba. Había sicólogo, tanatólogo; iban grupos cristianos que pueden testificar que es la verdad lo que estamos diciendo", afirmó. El sujeto descartó la presencia de indígenas en el anexo, como indican las primeras versiones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF). "Toda la gente que se quedaba en la Central de Abasto en la calle llegaba al centro, donde les daban comida y cobijo; ellos deberían estar agradecidos", estimó. "Mi hermano es inocente" La hermana de Noé Soto, detenido en el centro de autoayuda de Iztapalapa y acusado de secuestro, defendió la inocencia del joven de 27 años. Noelia Soto Gil aclaró que Noé fue internado con el consentimiento de la familia, quien lo visitaba con regularidad. Por el buen comportamiento observado, el interno fue comisionado para hacerse cargo de la tienda del lugar y próximamente sería dado de alta, el 25 de diciembre. "A él sí se lo llevaron de la Central de Abasto, él trabajaba en la central, alguien lo reportó, porque es de los que se quedaban tirados en las banquetas y nos avisaron del centro y fuimos a verlo. "Hablamos con los encargados, revisamos que no le pegaran y lo dejamos ahí, todos mis hermanos hemos ido a visitarlo, el 25 debía salir. Les daban cuatro terapias al día y ahora lo acusan de secuestro, porque estaba encargado de la tienda", explicó. Noé ingresó al centro de rehabilitación de alcoholismo el 25 de octubre. Presumen confusión Mario Amaya Reyes, padre de David Amaya Luna, de 28 años, quien es adicto al "activo", aseguró que la denuncia que culminó con las detenciones de administradores del centro de rehabilitación la hizo un joven resentido que huyó. Explicó, fuera de grabadora, que el muchacho se escapó del centro y al saltar por la barda se rompió la pierna. Días después regresó con su familia y pidió 20 mil pesos al centro con la amenaza de interponer una demanda si no accedían a su petición. El centro se negó. Estimó que el caso es producto de un malentendido. "El problema que hay es el desconocimiento de cómo trabaja la agrupación, ahí no hay administradores, son fieles servidores que conforme se van recuperando les van diciendo tú eres el tercero, tú eres el segundo, tú eres el primero. Están salvando vidas", dijo.

Fuente: Excélsior    
Categoría: PROGRAMAS DE PREVENCION    





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