Rocío González Alvarado Diputados locales de PRD, PAN, PRI y PT rechazaron ayer las críticas de la arquidiócesis de México respecto de que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) es la legislatura más onerosa del país y donde se aprueban "leyes absurdas".

Para el vocero de la fracción mayoritaria del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, la jerarquía católica "se nos vino con todo", por lo que les pidió respetar el Estado laico y guiarse por la máxima: "lo que es de César, al César; lo que es de Dios, a Dios", y no caer en "desafortunadas declaraciones".

Sergui Eguren, de la bancada del PAN, consideró que los comentarios publicados en el semanario católico Desde la Fe son "ligeros", pues la actual legislatura no ha aprobado ninguna nueva ley, y los gastos los han realizado diputados anteriores, por lo que pidió un "voto de confianza" para demostrar que ellos pueden hacer algo en beneficio de la población.

Alicia Téllez, del PRI, dijo que en lugar de que el arzobispado lance críticas a los legisladores, deberían acudir a la ALDF a emitir sus opiniones u objeciones sobre temas a debate y aprobación en el recinto, como la eutanasia y el matrimonio entre personas de un mismo sexo. Maricela Contreras, presidenta de la Comisión de Salud de la ALDF, mencionó que la Iglesia ataca a los diputados porque "sienten laceradas sus posiciones conservadoras; quisieran que las mujeres siguieran viviendo en el siglo XV y las inmolaran en la hoguera". Remató: "que ellos se dediquen a salvar las almas, y nosotros a salvar la vida de las personas".

El diputado del PT, Arturo López Cándido, consideró que el arzobispado no tiene "calidad moral ni ética" para oponerse al matrimonio libre, cuando en su seno se dan situaciones cuestionables.

Para los activistas de la comunidad lésbico-gay, Jaime López Vela, y Manuel Amador, las expresiones de la arquidiócesis lo único que hacen es fomentar e incitar a la violencia, que en muchos de los casos se traducen en crímenes de odio, lo que erosiona la convivencia social.