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BARÓMETRO FINANCIERO / ¿Viernes negro?
23/11/2009
Rodolfo Navarrete
En octubre de 2007, después de la aprobación del paquete fiscal de 2008, el Banco de México (Banxico) decidió aumentar la tasa de interés de manera preventiva, ante los efectos inflacionarios que preveía tendría ese paquete.

BARÓMETRO FINANCIERO

Rodolfo Navarrete

* ¿Viernes negro?.

En octubre de 2007, después de la aprobación del paquete fiscal de 2008, el Banco de México (Banxico) decidió aumentar la tasa de interés de manera preventiva, ante los efectos inflacionarios que preveía tendría ese paquete. Es probable que este año haga lo mismo, aunque -en el peor de los casos- podría esperar hasta enero de 2010.

Como se recordará, en noviembre de 2007, el Congreso mexicano aprobó la denominada "Reforma Hacendaria por los que Menos Tienen", que -entre otras medidas- contenía la creación del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), las modificaciones en materia del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, y la mayor eficiencia recaudatoria que propiciará la misma Reforma.

Por otro lado, redujo la estimación de los ingresos propios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a consecuencia de la disminución que se daría en las tarifas eléctricas y otros rubros.

Con base en el estudio de los efectos inflacionarios de estas medidas, que calculó entre 0.40 y 0.50 puntos porcentuales, el banco central tomó la decisión de incrementar en un cuarto de punto porcentual la tasa de interés de referencia, para evitar la posible contaminación del proceso de formación de precios y salarios, y moderar las expectativas de inflación.

Además, en aquella oportunidad, el banco revisó sus proyecciones de inflación para los próximos dos años, que dio a conocer en el Informe de Inflación que se publicó a finales de octubre.

En lo fundamental, estimó que la convergencia de la inflación con la meta de 3 por ciento se iba a lograr hasta finales de 2009, en lugar de 2008, debido a la anticipación de mayores presiones en los precios de los alimentos, y al probable impacto de la reforma tributaria.

En esta oportunidad, pese a que la Ley de Ingresos se aprobó el 20 de octubre, y con ello las principales modificaciones tributarias, el Banxico ha decidido esperar a tener un estudio de los principales efectos inflacionarios del nuevo paquete fiscal para actuar en términos de la política monetaria.

Sin embargo, al día de hoy ya existe la suficiente información disponible como para empezar a actuar. El nuevo paquete fiscal de 2010 contiene las siguientes medidas:

1) El Impuesto sobre la Renta (ISR) de personas físicas y morales aumentará dos puntos porcentuales.

2) El Impuesto al Valor Agregado (IVA) subirá 1.0 puntos porcentuales.

3) El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aumentará de manera diferenciada en el caso de las bebidas alcohólicas, la cerveza y los cigarros.

4) Se crea el impuesto de 3.0 por ciento a los servicios de telecomunicaciones.

5) Aumenta en medio punto porcentual el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU).

Sobre el aumento del IVA, estimamos que el impacto inflacionario será de 0.4 o 0.5 puntos porcentuales, que terminarán de absorberse entre enero y marzo del próximo año.

Lo mismo sucederá con el incremento del IEPS a bebidas alcohólicas, cerveza, cigarros y servicios de telecomunicaciones. Esperamos que el efecto del impacto sea de 0.11 puntos porcentuales.

Por otro lado, pese a la fuerte contracción que se observa en la demanda interna, es probable que el incremento del ISR a las empresas y del IETU se traslade en parte a los precios de los productos finales.

Calculamos que ese efecto podría ser de 0.10 puntos porcentuales. En conjunto, estamos estimando un incremento de 0.7 puntos porcentuales en la inflación de 2010, pero sin considerar la posibilidad de observar aumentos en los precios de los combustibles.

Si se decidiera homogeneizar el precio interno de la gasolina con el precio internacional, habría que estimar un incremento de alrededor de 20 por ciento, lo que implicaría agregar un efecto inflacionario adicional de 1.7 puntos porcentuales, pero sin considerar los efectos desfasados sobre el costo del transporte.

Aun sin considerar el posible aumento en el precio de la gasolina, las expectativas inflacionarias para 2010 tendrían que irse aproximando hacia 5.0 por ciento anual, vale decir 1.0 puntos porcentuales, prácticamente el nivel que se estima cierre en 2009.

Cabe recordar que en 2007, cuando el banco central aumentó la tasa de interés de referencia, las expectativas inflacionarias de 2008 pasaron de un promedio de 3.51 por ciento en los primeros nueve meses del año a 3.71; mientras que ahora, las expectativas de 2010 han subido de un promedio de 3.85 en los primeros nueve meses a 4.75 por ciento.

Por otro lado, el aumento de las tasas de interés en octubre de 2007 sorprendió a los mercados financieros. En tal ocasión, las estimaciones no consideraban movimiento alguno en las tasas de interés, en particular en la tasa de los Cetes a 28 días. ¿Podría suceder lo mismo este año? Lo veremos el viernes.

Economista del sector privado

Fuente: El Financiero    
Categoría: FISCAL    





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