El bodeguero Miguel Torres cultiva en regiones de vino fuera de Cataluña

Por: Ángel Rivas

De visita en México este lunes, el productor español Miguel Torres habla en exclusiva sobre su incursión en la denominación de origen calificada (DOC) de La Rioja y el lanzamiento de su nuevo vino proveniente de esta zona.

En la búsqueda de la expresión de un Tempranillo riojano, Torres lanza la primera cosecha de Ibéricos Crianza, un vino con 12 meses de envejecimiento en barricas de roble con un reposo de seis meses más en botella.

Al catarlo presenta un color rojo picota, con aromas a frutos del bosque (arándanos y moras) con notas torrefactas procedentes de la madera. En boca tiene taninos suaves y sensaciones frutales.

Por estas características se sugiere maridar con carnes asadas, guisos, embutidos ibéricos y quesos curados. Estará disponible en el mes de diciembre a un precio cercano a los 200 pesos.

Como indica Miguel Torres, este vino también tiene la intención de expresar el terruño (tierra y clima) de la zona riojana y en su elaboración se busca el cuidado del medio ambiente.

Con casi 140 años de elaborar vino en la región de Penedès en Cataluña, hace cuatro que el productor se instaló en La Rioja donde ha encontrado una forma distinta de vinificar.

¿A qué se debió el interés por incursionar en La Rioja?

La opción de La Rioja siempre estuvo sobre la mesa. A medida que la cultura del vino ha ido avanzando, los consumidores ya no sólo hablan de vino español, sino también de sus regiones: Penedès, Rioja o Ribera del Duero.

Para nosotros era esencial estar presentes en aquéllas más significativas y por ello durante los últimos 20 años hemos entrado a elaborar vinos en Priorato, Rioja y Ribera del Duero.

En 2005 siguiendo con la estrategia de expansión de distintas denominaciones de origen decidimos invertir en la zona de la Rioja Alavesa, donde encontramos un paraje excepcional para construir una moderna bodega.

¿Qué beneficios o desventajas tiene el terruño de La Rioja sobre Cataluña?

El tipo de suelo de Rioja resulta muy adecuado para una viticultura de calidad, ya que tiene una estructura equilibrada (arenas, limos y arcilla), es ligeramente alcalino, pobre en materia orgánica y con moderada disponibilidad hídrica (agua) en verano.

En su conjunto, posee una diversidad de suelos, así como microclimas (orientación del viñedo, protección de los vientos, etc.) que otorgan a los vinos peculiaridades únicas.

En el Penedès tenemos la influencia del mar y del sol, con diferentes climas y con diferentes altitudes que nos permiten plantar las variedades blancas tradicionales, como el Xarel-lo y el Macabeo; al igual que las variedades tintas, como el Tempranillo, la Garnacha, La Cariñena y el Monastrell.

Nos hallamos ante tierras profundas, ni muy arenosas ni bastante arcillosas, son permeables y retienen el agua de la lluvia. Como suele pasar en las tierras vinícolas de calidad, en el Penedès el suelo es pobre en materia orgánica, calcárea y poco fértil.

¿Es un reto para La Rioja la proliferación de las nuevas denominaciones de origen españolas?

Actualmente hay 68 denominaciones de origen en España y cada una de ellas trabaja para mantener el carácter de la propia zona.

Rioja y Penedès como denominaciones históricas y conocidas en el mundo, tienen el valor del trabajo bien hecho durante estos años, una tradición y unos vinos con una personalidad única.

La proliferación de denominaciones hará que haya más diversidad.