El programa se aplicó de forma aleatoria y sin avisar en los más de 80 sectores, pues en algunos casos se recibieron reportes de esta situación, mientras que en otros casos fue aleatorio.

"Con el simple hecho de que tenga aliento alcohólico en sus horas de servicio es suficiente para que se inicie el proceso interno correspondiente contra el policías, pero esto se hace para evitar malos actos de este tipo de policías, porque no deben de trabajar alcoholizados", señaló un funcionario de la SSP local.

Estadísticas de la SSP-DF revelan que desde la puesta en marcha del alcoholímetro, de septiembre de 2003 a julio de 2008, un total de 267 uniformados que se encontraban en servicio no pasaron el test.

Además, durante los primeros nueve meses del presente año, 71 policías fueron separados de sus funciones, pues por ser servidor público se aplica la tolerancia cero, es decir, no deben presentar ni si quiera aliento alcohólico.

El número de elementos que no pasaron el alcoholímetro podría aumentar, ya que la dependencia no cuenta con los registros de agosto a diciembre de 2008.

El proceso de destitución inicia con la separación del cargo del policía, después se abre un expediente en Inspección General " antes Dirección General de Asuntos Internos- y posteriormente se envía al Consejo de Honor y Justicia, donde termina el proceso.