
Hallan auge de adicción en las aulas.
29/10/2009
Cintya Contreras
Cintya Contreras
Jóvenes, hijos de familia y alumnos de educación básica constituyen la población con mayor adicción a las drogas en el DF, revela la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2008.(...) El ingreso a clínicas de rehabilitación del sector salud de forma voluntaria también se incrementó en los últimos años.
Aunque el rango de edad estudiado por las autoridades federales (12 a 65 años) presenta alguna relación con el consumo de drogas, destacan las cifras registradas en la escuela y el hogar, lugares que facilitan el acceso a las sustancias.
La Ciudad de México es una de las entidades con mayor consumo de droga en el país, principalmente de mariguana, a diferencia del norte de la República, donde es más común el uso de metanfetaminas; la heroína, en el centro, y el crack en el oriente.
La mariguana ocupa el primer lugar de preferencia con 8.8%, seguido del consumo de inhalables, 6.7%; tranquilizantes, 4.9%, y cocaína, con 3.3%, por lo que se coloca por encima de la media nacional en cuanto a drogas médicas.
Los tranquilizantes y anfetaminas tienen más aceptación entre mujeres que en varones, y los enervantes ilegales son del gusto general del sexo masculino.
Por rango de edad, el sector con mayor índice de drogadicción tiene entre 12 y 25 años. Son jóvenes que en su mayoría viven con alguno de sus padres, y, además, en su entorno social hay por lo menos una experiencia de muerte vinculada a alguna droga.
El resto de los enervantes sigue llegando prioritariamente a personas con estudios máximos de secundaria o bachillerato, así como con trabajo, sueldo y un estilo de vida presuntamente familiar.
La prepa es el lugar donde se reciben invitaciones para consumir mariguana, primero se obtiene regalada y después la minoría la adquiere.
�gLos resultados refuerzan el valor protector no sólo de la asistencia a la escuela, sino de la importancia de dotar de estrategias académicas que permitan experimentar el éxito escolar. En el ámbito familiar, es importante trabajar con estrategias parentales afectivas", se establece en el documento, ya que también se ha comprobado que los adictos están relacionados con infracciones, como robo, delitos contra la salud, portación de arma y violación, que ocurren en la vía pública o el hogar.
Conforme a los resultados de encuestas anteriores, el uso de cocaína y mariguana ha ido en aumento y aunque en total sólo 0.5% de la población presenta dependencia a alguna droga, pese a que pareciera un porcentaje menor, representa poco más de 33 mil 500 personas en el Distrito Federal.
El 74 por ciento de la población capitalina asegura no estar expuesta a las drogas o logra evitar su consumo y el uso sin dependencia alcanza 8%.
En cuanto a la posibilidad de rehabilitación, la encuesta revela que prevalece la creencia en la sociedad de que el adicto a las drogas es alguien que necesita ayuda o es una persona enferma, cuya atención médica debe realizarse en granjas, y de preferencia fuera de la ciudad.
Esa postura es más fuerte entre los jóvenes y adolescentes, quienes consideran que someterlos y alejarlos es la mejor solución, opinión que comparten los mayores de 35 años, mientras que las personas de entre 24 y 34 años, aunque lo considera una buena opción, pugna por la atención en hospitales siquiátricos o recibir atención en su propio ambiente.
Por primera vez, desde 1998 cuando comenzaron a realizarse este tipo de encuestas a escala nacional, las autoridades dieron a conocer de manera detallada los resultados por entidad federativa, en los que se incluyen también los registrados en centros de rehabilitación, donde hay un aumento en la atención a mujeres, pues en 2002 se ofrecía a 7.9% de la población y ahora a 17.6%.
Asimismo, disminuyó el ingreso de menores de 14 años y aumentó el de mayores de 35 años, siendo los solteros la mayoría de quienes acuden a recibir ese tipo de ayuda.
El ingreso a clínicas de rehabilitación del sector salud de forma voluntaria también se incrementó en los últimos años.
Según la encuesta, el ingreso voluntario pasó de 49.1 a 62.3%, mientras que disminuyó el número de quienes lo hacían por petición de algún familiar, de 40.9% a 33.2%.
La atención por adicción a la cocaína, mariguana, inhalables y tranquilizantes son las de mayor demanda.
En cuanto a la mortalidad, sorprendentemente la adicción a las sustancias prohibidas no presenta altos índices, con excepción de quienes usan cocaína.
En contraste con lo que ocurre con las bebidas embriagantes y el tabaco, cuyos usuarios sí pierden la vida por trastornos mentales o por enfermedades del hígado o enfisema pulmonar.
Fuente: Excélsior
Categoría: RIESGOS ASOCIADOS AL EXCESO EN EL CONSUMO
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