
En la Línea/Papelón de Nava y presión empresarial. Los gobernadores exigen más dinero
27/10/2009
Félix Fuentes
Félix Fuentes
Nava no entendió, es obvio, el beneficio para su gobierno. En cambio, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, calificó al paquete salido de San Lázaro de “responsable y patriota”. Agregó: “…es el mejor arreglo posible y creo que hay base en esto para trabajar”.
Cuando festejaba el régimen calderonista la aprobación del paquete fiscal en la Cámara de San Lázaro, con ganancia de 3 mil 972 millones de pesos sobre la propuesta de la Secretaría de Hacienda, gracias a la benevolencia de los diputados priístas, el líder panista César Nava la emprendió contra el partido tricolor y tiró a la basura lo ganado para su gobierno.
Debido a la habladuría de Nava, en el PRI se produjo una significativa división. Los gobernadores de ese partido pretenden que en la Cámara Alta pase el proyecto de Ley de Ingresos, tal como lo aprobaron los diputados, y los senadores encabezados por Manlio Fabio Beltrones lo rechazan a causa de “implicaciones sociales”.
Pretenden los gobernadores que quede el IVA en 16% y el Impuesto sobre la Renta en 30% porque eso les garantizaría mayores participaciones del gobierno federal. Así es exhibida la rebatiña por los dineros de los impuestos.
Trasciende que el presidente Felipe Calderón montó en cólera contra su amigo César Nava por criticar al PRI, sin darse cuenta que este partido favoreció al gobierno. Hoy se ignora como terminará la Ley de Ingresos, tan cuestionada por la clase empresarial.
Además de las elevaciones al ISR y al IVA, a los patrones les enfurece el invento de 3% a la electrónica, así como los incrementos a la cerveza, cigarrillos y otros artículos.
Los diputados ignoraron la propuesta de 2% al consumo general, por la falsedad oficial de que ese dinero sería para los pobres, pero resultaron más onerosos los otros aumentos, acordados por el binomio de PRI y PAN. Es posible que el Senado mantenga el IVA en 15%, como está hoy, y rechace el 3% a la electrónica.
La reacción contra la dirigencia priísta encabezada por Beatriz Paredes fue áspera y al unísono. Nadie dudó que ella pactó los impuestos con el presidente Calderón.
Por ello, sorprendieron las declaraciones del albiazul César Nava, quien dijo que el paquete fiscal había quedado incompleto e insuficiente. Culpó a la mayoría priísta del rechazo a la propuesta del Presidente de la República, de impedirle una “contribución antipobreza”. O sea, también quería 2% al consumo general.
Ante las críticas abrumadoras contra el PRI por dicha aprobación se pensó que César Nava quiso borrar el compadrazgo de legisladores de su partido con los del tricolor, pero las reacciones del titular de Hacienda y de Los Pinos advirtieron el craso error del líder panista.
Es la eterna animadversión blanquiazul contra sus adversarios.
Desatan críticas abruptas contra el “pasado corrupto” del PRI, sin reconocer que los latrocinios de estos días son los peores en la historia del país. El priísmo no aprende la lección. Otras veces se ha unido al partido de la derecha para aprobar leyes nefastas, como las reformas salinistas a los artículos 82 y 130 de la Constitución, o la zedillista con el fin de dar legalidad al Fobaproa, por lo cual pagamos una deuda de 100 mil millones de dólares.
Y allí siguen los del Revolucionario Institucional, así sean tachados de corruptos. Anteayer se reunieron varios legisladores con los gobernadores priístas, pero no quedaron en nada.
Los mandatarios estatales quieren más dinero a costa de los contribuyentes. Todos andan tras lo suyo.
Fuente: El Universal
Categoría: CONGRESO DE LA UNION
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