
Vino en tierra de vaqueros
25/10/2009
Jeancarlo Aldana
Jeancarlo Aldana
Sus calles llenas de historia, la calidez de su gente, los históricos recorridos que ofrece y hasta la gala de sus bodegas para catar vino o los sofisticados centros de compras hacen de Grapevíne, Texas, un destino que ofrece interesantes historias de viaje.
POR JEANCARLO ALDANA
bonBoyage@nuevoezceUia:aim.mz
Sus calles llenas de historia, la calidez de su gente, los históricos recorridos que ofrece y hasta la gala de sus bodegas para catar vino o los sofisticados centros de compras hacen de Grapevíne, Texas, un destino que ofrece interesantes historias de viaje. Por otra parte guarda el sabor íntimo de un pueblo legendario que descubrió su identidad en el pasado, recreando, restaurando y hasta replicado las postales del viejo oeste.
La avenida principal es un crisol de épocas y culturas, desde estilos fronterizos y pueblos vaqueros, hasta postales con sabor Victoriano.
Aquí se encuentran edificios históricos como el de la ópera o el Palacio Municipal que resume la herencia arquitectónica de Grapevíne.
Él pueblo comparte con el mundo su gran tradición vitivinicultora y le brinda al visitante que gusta del buen estilo de vida la
oportunidad de conocer el proceso de elaboración artesanal de este elíxir. En una visita guiada se puede conocer todo el proceso desde la siembra de uva, hasta el momento de la cata en degustaciones especiales.
El lugar forma parte de un circuito turístico que apenas comienza a impulsarse y que está relaciondo con el vino.
Entre los sitios relaciondos con esa industria se encuentra Delaney Vineyards una bodega que ofrece catas y degustaciones. Las degustaciones cuestan diez dólares y se pueden probar seis diferentes vinos.
En tanto, Farina's recibe a los viajeros en un local lleno de antigüedades que incluyen un bar europ>eo del siglo XIX y candelabros de cristal en forma de racimos de uvas. Los jueves y sábados por la noche ofrecen conciertos y cata de vinos.
Ocupa las instalaciones en una casa victo riana totalmente restaurada que invita a to dos sus visitantes a dejar su firma y un pensamiento en sus paredes y techo.
Los vinos que se pueden degustar aquí son el Rose of Ivanhoe y el Sherry, dos muestras casi artesanales de este elíxir. Abierto toda la semana de 11 de la mañana a cinco y media de la tarde.
El recorrido puede prolongarse por varias fincas vitivinícolas que habren sus puertas a los viajeros que se atreven a descubrir el mundo de los vinos del viejo oeste.
Fuente: Excélsior
Categoría: TIPOS DE PRODUCTO
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