Esta cifra es apenas inferior a las más de cuatro quintas partes (85%) que, en general, desaprueban que se cobre este porcentaje de manera adicional sobre todos los productos y servicios.

Sólo 15% de los mayores de 18 años con credencial de elector vigente cree que el destino de los recursos provenientes de un nuevo gravamen de 2%, propuesto por el presidente Calderón, iría al combate contra la pobreza, y apenas 6% de este universo aprueba tal impuesto, de acuerdo con una encuesta que la Unidad de Inteligencia El Economista solicitó a la empresa Consulta Mitofsky aplicar de manera personal, y en su vivienda, a 1,000 personas en el país.

Los resultados de la encuesta revelan que luego de conocer el destino que promete el gobierno del presidente Felipe Calderón para los recursos captados, el 85% de desaprobación se reduce hasta 70 por ciento.

Impuesto a la cerveza, el menos impopular

El Economista

El 41% de los mexicanos,acepta pagarlo

El aumento al impuesto a la cerveza es el alza impositiva menos impopular entre los mexicanos. Cuatro de cada 10 personas está de acuerdo en subir el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a este producto de 25 a 28 por ciento.

El trono al más impopular no contiene sorpresas. Siete de cada 10 rechazan el impuesto de 2% contra la pobreza, aun después de ser informados que esa erogación iría a los más necesitados.

Así lo revela una encuesta realizada por la Unidad de Inteligencia de El Economista sobre la Propuesta de Nuevos Impuestos presentada por el Ejecutivo el pasado 8 de septiembre, como parte del paquete económico 2010.

En una muestra realizada entre 1,000 personas en hogares, se encontró que el segundo lugar en el podium de la impopularidad corresponde al cobro adicional de 4% a servicios de telecomunicaciones. Sólo estaría dispuesto a pagarlo 11% de los entrevistados. Al dividir la muestra en regiones, en la zona centro del país es donde menos gusta la idea de pagar el impuesto a telecomunicaciones, que incluye servicio de Internet, televisión privada y telefonía, pues 91% no está de acuerdo con este pago.

Aquellos que dijeron tener estudios universitarios son los que menos de acuerdo están con pagar 4% en telecomunicaciones, sólo 8.2% lo aprueba. Por su parte, 39% de los encuestados se mostró en favor de un mayor impuesto a los cigarros y 21% respalda el alza en la tasa máxima del Impuesto

Sobre la Renta (ISR) a personas y empresas de 28 a 30 por ciento.

NO LE CREN AL GOBIERNO

Más allá de aprobar o no el impuesto de 2% general al consumo, el nivel de credibilidad sobre la forma en que se gastará este recurso es muy bajo, pues sólo uno de cada cuatro ciudadanos le cree al gobierno. A pregunta expresa de si le creen al gobierno que el impuesto de 2% al consumo se destinará efectivamente para los pobres, 75.9% respondió que no le cree.

El escepticismo ante el compromiso del gobierno es mayor entre las mujeres y los menores de 29 años.

La mayor credibilidad se encuentra entre las personas con educación universitaria o posgrado, donde 23% cree que el 2% sí irá a los pobres. El rechazo a este nuevo impuesto se acentúa en algunas regiones. En la zona centro 97% de los encuestados no está de acuerdo con el pago si incluye alimentos y medicinas, mientras que al sacar estos bienes, 16% de los encuestados estaría dispuesto a pagarlo.

En el Sureste del país 18% está de acuerdo con el pago de 2% siempre y cuando no incluya alimentos y medicinas.

Las mujeres son las más reacias al pago de este gravamen, sólo 14.3% lo pagaría si excluye alimentos.