
Juego de palabras/Houdini en Palacio
09/10/2009
Gilberto Destrabeu
Gilberto Destrabeu
El subtexto de la propuesta económica de la administración para salvarnos por enésima vez de la crisis, la recesión, el desempleo, el hambre, el abandono, la influenza y los realiti chous, y que se ha mantenido ominosamente fuera de las candilejas, hay que leerlo para creerlo: Aumentar los impuestos a la cerveza de un 25 a un 28 por ciento. (...) Cobrar tres pesos por litro en bebidas alcohólicas con graduación mayor a los 20 grados Gay-Lussac.
GILBERTO D'ESTRABAU
El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, finge ser economista como un truco más de su vasta colección. Porque lo que es realmente Carstens es ilusionista. Y de los buenos. Mejor que Houdini, David Copperfield y Sigfrid & Roy (antes de que el tigre le hiciera a Roy lo que el cirujano le hizo a Alejandra Guzmán).
El doctor Carstens -aprovechando que en México cuando vemos el "Dr." delante de un nombre, inmediatamente asumimos que se trata de un practicante de las artes curatoriasya impostó con éxito el papel, de neumólogo, diagnosticando como leve afección de las vías respiratorias un cáncer que está devorando hasta las vías férreas. Y no hay que olvidar su éxito como pitoflero metalúrgico, vendiéndonos como blindaje económico una trabazón de triplay, cartón y tablarroca pintada de "camouflage".
Ahora, en su encarnación de Fumanchú, Carstens está de nuevo en escena demostrándonos que "la mano es más rápida que el ojo". Porque lo que nos ha puesto enfrente con la diestra es el infamemente famoso "Impuesto contra la Pobreza" del dos por ciento, mientras con la siniestra cocina una tanda de alcabalas que debe tener cimbrando de placer el ataúd que contiene a José Yves Limnantour, aquel secretario de Hacienda porfirista que le ponía impuestos a las puertas y obligaba a los mexicanos a clausurarlas y a entrar y salir de sus casas por las ventanas.
El subtexto de la propuesta económica de la administración para salvarnos por enésima vez de la crisis, la recesión, el desempleo, el hambre, el abandono, la influenza y los realiti chous, y que se ha mantenido ominosamente fuera de las candilejas, hay que leerlo para creerlo:
- Cobrar un 4 por ciento en servicios de telecomunicaciones como internet, telefonía celular y televisión por cable.
- Aumentar el IVA al 17 por cierito en todas las ventas de bienes y servicios, exceptuando alimentos y medicamentos, los cuales serán gravados con un. 2 por ciento.
- Aumentar en 80 centavos el precio de la cajetilla de cigarros, e ir incrementando el gravamen hasta que llegue, dentro de cuatro años, a cuatro pesos por cajetilla.
- Aumentar los impuestos a la cerveza de un 25 a un 28 por ciento.
- Aumentar los impuestos a juegos y sorteos del 20 al 30 por ciento.
- Cobrar tres pesos por litro en bebidas alcohólicas con graduación mayor a los 20 grados Gay-Lussac.
- Aumentar al 3 por ciento el Impuesto a los Depósitos en Efectivo, y bajar el mínimo exento de 25 a 15 mil pesos.
- Aumentar del 28 al 30 por ciento el Impuesto Sobre la Renta.
Alrededor de esta obscena colección de extorsiones, despojos y francos "asaltos en despoblado" el secretario Carstens, pese a su paquidérmica disposición, se ha movido con la ügereza de un duendecillo que aparta mariposas de una Venus dormida. Su estrategia es concitar todos los gritos, empujones y manotazos sobre el dos por ciento "para los pobres". Cuando los apóstoles del proletariado, los defensores de la Matria, y los testigos de Jehová lo hayan eliminado del paquete económico, y con un suspiro triunfal se desplomen sobre sus butacas limpiándose de la frente el honroso sudor de un trabajo bien hecho, Carstens habrá negociado que todos los demás colmillos estén firmemente clavados en el cuello nacional, y que la vampiriza azafata esté chupando como becerro de año.
I Para piernas y campanas, las poblanas
Uno se pregunta qué tendrá la ciudad de Puebla que está convocado tanto talento como protoalcaldes. Ya sabíamos que "para piernas y campanas, las poblanas" pero no ha de ser sólo eso.
Un aspirante de polendas es el licenciado Pericles Olivares Flores, secretario de Trabajo y Competitividad del Gobierno estatal. Varias cosas interesantes acerca de él, empezando por lo de las incubadoras. Pero eso será materia de un próximo tratado, "Deo volente".
juegodepalabrasl@yahoo.com gilbertodestrabaul @blogspot. com
Fuente: El Sol de México
Categoría: FISCAL
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