COMO ES PÚBLICO la industria del cigarro del país, básicamente un par de multinacionales, en este caso Philip Morris y British American Tobacco (BAT) están otra vez en predicamentos puesto que entre los ajustes a la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público SHCP que lleva Agustín Carstens pretende aplicarles una vez más nuevos impuestos.

En esta ocasión la iniciativa en el Congreso de la Unión plantea una cuota de 80 centavos este año e incrementarla en 4 años hasta llegar a 2 pesos por cajetilla.

Dada la recurrente incorporación de ese rubro a las opciones para recaudar cuando hay dificultades, al igual que los vinos y licores, a la fecha enfrenta una carga impositiva que representa poco más de la mitad de lo que vale una cajetilla.

Aunque como dice la canción “fumar es un placer”, la verdad es que el abuso es muy perjudicial para la salud y dicho vicio se ha convertido en un problema de orden público en el mundo.

En los últimos años incluso aquí en México poco a poco se han restringido sus espacios. En publicidad ese negocio no puede ya anunciarse ni en TV, ni en radio. En revistas las empresas cumplen restricciones muy específicas lo mismo que en publicidad exterior.

Este año además entró en vigor en todo el país la Ley Antitabaco que prohíbe fumar en restaurantes y lugares públicos salvo algunas áreas específicas. Ahora el siguiente frente de batalla para Philip Morris que lleva aquí James R. Mortensen y la inglesa BAT a cargo de Andrea Martini son las nuevas reglas que deberán cumplir en lo que son las cajetillas en las que ofrecen su producto. Más allá del tema impositivo, se cree que esto sí que deberá reducir a la larga el consumo de cigarrillos.

En la Ley General de Tabaco se aprobaron desde el año pasado una serie de especificaciones en cuanto a la información que debe imprimirse en las cajetillas.

Por ejemplo será obligatorio incluir fotos en las que aparezcan fumadores que lucirán en su físico las consecuencias de ese hábito en sus dientes, color de tez y hasta fetos que fueron dañados por ese hábito.

Las imágenes tendrán una mayor visibilidad incluso que la marca y los fabricantes ya no podrán crear subcategorías como la de tabaco suave o ligero. El tema se ha revisado en lo que va del año en Cofepris que lleva Miguel Ángel Toscano y ya hay un anteproyecto que se envió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), esta dependencia que por ahora está a cargo de Alfonso Carballo.

Para sorpresa de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) algunas puntualizaciones de Cofemer han dificultado el tema.

Se dice que incluso varias de ellas violan la propia Ley General del Tabaco y su reglamento.

El punto es que con el proceder de Cofemer se ha retrasado la entrada en vigor de dichas disposiciones, con lo que hasta ahora se podría pensar que los cabilderos de las cigarreras se han apuntado un tanto a su favor frente a las fuertes disposiciones que impuso el Congreso a ese rubro la legislatura pasada.

Se sabe que Cofepris ya ha hecho las observaciones respectivas a Cofemer, pero por ahora debido al forcejeo, las nuevas presentaciones que estaban previstas para salir a finales del año se retrasarán hasta el 2011.

Lo que sucede es que las nuevas reglas una vez publicadas en el Diario Oficial deberán entrar en vigor transcurridos 9 meses para que la industria se prepare.

Los “pictogramas” que habrá en México ya existen en países como Canadá, Australia, Brasil o Venezuela.

La industria del tabaco del país representa ventas en México por más de mil 200 millones de dólares anuales y el principal actor con más del 50 por ciento del mercado, es Philip Morris con su marca estrella Marlboro o Delicados.

No lejos está BAT que se distingue con Camel y que ha crecido fuerte entre los jóvenes, Viceroy o Boots.

Así que habrá que ver en lo que termina este expediente, pista alterna a la nueva amenaza impositiva contra esta industria con el riesgo de que la excesiva carga fiscal acreciente la presencia de producto pirata.