Tania Romero y Carlos Tomasini

(20 septiembre 2009).- "A veces me enteraba de accidentes que le pasan a otros, pero yo decía 'a mí no me va a pasar'; todos se creen inmortales y, de repente, te cambia la vida por completo", reflexiona Fernanda Pérez Inclán, estudiante de la Universidad Iberoamericana que, en un choque automovilístico, perdió a su hermana y dos amigos al regresar de una fiesta.

En México, la principal causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años son los accidentes de tránsito provocados por el alcohol.

Asimismo, a estas cifras de la Secretaría de Salud se suma que ese sector de la población es el que provoca más muertes a peatones y personas que viajan en otros vehículos.

Ambas cifras hacen que este sea considerado ya como un problema de salud pública en el País.

Aquí presentamos los testimonios de tres jóvenes que han vivido de cerca esa situación y que, aunque han tenido que sobreponerse a situaciones difíciles, hoy pueden contarlo para ayudar a evitar que se repitan. 'Mi hermana era mi mejor amiga' A las 3:40 horas del 9 de septiembre de 2007, Fernanda Pérez Inclán y su hermana, Ana Ceci, volvían de una fiesta junto con tres amigos. Ella y el conductor no bebieron esa noche.

Al arrancar con el semáforo en verde en una esquina de Reforma, fueron impactados por otro auto. Su hermana y un amigo murieron al instante; el conductor tuvo muerte cerebral.

A ella también la daban por muerta, pero fue rescatada por paramédicos de la Cruz Roja. Ahí empezó un proceso que le ha costado 15 operaciones y asimilar los cambios en su familia.

"Mi hermana era mi mejor amiga, me la vivía 'de uña y mugre' con ella", recuerda.

Actualmente, Fernanda tiene 22 años y retomó sus estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad Iberoamericana.

"Antes me fijaba en cierto coche o en las marcas, pero hoy ya sé que todo eso da igual, porque, al final del día, no te llevas nada", apunta. 'Volver a aprender cómo es estudiar' En todo el País, 25 por ciento de los ingresos a salas de urgencias en los hospitales corresponde a jóvenes accidentados por causa de bebida alcohólicas, indican cifras del Centro Nacional para la Prevención de Accidentes.

Fernanda, de 22 años, forma parte de esta estadística.

Tras el accidente, pasó varios días inconsciente en el hospital con un coma inducido debido a sus lesiones, las cuales, estuvieron a punto de dejarla cuadrapléjica.

"Para mí, 40 días están perdidos totalmente", asegura.

En dos años, Fernanda ha enfrentado 15 operaciones en total para reconstruir diversas partes de su cuerpo y también ha tenido que pasar por varias terapias de rehabilitación.

Todo esto no impidió que retomara sus estudios, aunque las secuelas de las lesiones también le afectaron su forma de aprender.

"Tuve que volver a aprender cómo es estudiar, a concentrarme y a escribir", asegura la estudiante de Ingeniería Industrial.

"Antes era superordenada para mis cuadernos y todos le sacaban copias a mis apuntes; ahora soy un desastre y yo soy la que tengo que sacar copias".

Dice que el momento más difícil que ha pasado durante su recuperación ha sido afrontar la pérdida de su hermana.

Quiere elaborar una propuesta para que el alcoholímetro se aplique a la salida de los antros y se ofrezca transporte a los jóvenes que hayan tomado demasiado.

Ella, junto con su familia también han tenido que enfrentar un largo proceso penal, que todavía no termina, en el que buscan aclarar la responsabilidad del accidente, en el que está involucrado otro conductor. 'Me acerqué a la barra las veces que quise' Nathllely Aldana estudiaba la misma carrera que Fernanda, inclusive en la misma universidad, aunque con un par de semestres de diferencia.

La coincidencia trágica es que Nathllely también sufrió un accidente saliendo de una fiesta.

"Era la fiesta de 'un amigo de un amigo', en una casa del Pedregal, a la que también me costó mucho trabajo que me diera permis de ir", recuerda la estudiante de 22 años.

"Aunque estaban sus papás, había demasiado alcohol".

No recuerda cuánto tomó esa noche, pero sabe que fue mucho.

"Esa noche me acerqué a la barra las veces que quise para tomar lo que quise".

En el accidente, que tampoco sabe exactamente cómo fue, ya que ella iba dormida, murió el mejor amigo de su novio.

Nathllely y la conductora, que no había bebido tanto como ella, salvaron la vida.

A las pocas horas del accidente, tuvo que rendir una difícil declaración ante la Policía.

"Fue horrible, porque son muy fríos y crudos; además, me quitaban cabellos como si fuera delincuente", apunta.

Acababa de entrar a la universidad, pero el accidente le obligó a postergar esa nueva etapa.

"De repente, mi vida paró por completo; fue muy duro, porque yo veía cómo la vida de la demás gente seguía y la mía no", indica.

Después de una dolorosa recuperación, tomó la decisión de cambiarse de escuela y carrera.

"No quise regresar a la Ibero, no porque no me gustara la escuela, sino porque era como meterme a un lugar lleno de preguntas que yo todavía no estaba preparada para contestar", admite.

Ahora estudia séptimo semestre de Psicología en la Universidad Anáhuac México Norte porque, considera, en esa área puede aportar un poco más a la sociedad que en la ingeniería.

'Recuperar la memoria' Hace siete años, Rodrigo Domínguez, hoy egresado de la Universidad Iberoamericana, tuvo un accidente al salir de un bar, que casi le costó la vida.

"Acababa de salir de la prepa, y dos amigos y yo fuimos a El Alebrije", dice el licenciado en Administración de Empresas.

"Nos fuimos a escondidas y en el bar nos juntamos con unos chavos del Cumbres para que nos dieran mesa".

Pidieron varias botellas y los otros jóvenes se escaparon sin pagar, por lo que Rodrigo y sus amigos pensaron fugarse también; pero, al salir, un auto que circulaba a 160 kilómetros por hora y con las luces apagadas sobre Avenida Insurgentes impactó el coche en el que ellos pensaban darse a la fuga.

"Se me rompió la cadera, la uretra se seccionó en dos y se me colapsaron los dos pulmones", dice Rodrigo, de 26 años.

"Tardé en recuperar la memoria, tenía cambios de ánimo, me costaba mucho trabajo estudiar y no se me quedaba nada".

Hoy, sigue yendo a bares y fiestas, pero con una consiga: el que maneja no toma y todos usan cinturón de seguridad. 'Un amigo falleció' Saliendo de un Halloween, en 2005, Nathllely Aldana llamó a su mamá para avisarle que llegaría tarde por el tráfico.

Era la 1:45 de la madrugada, se recostó en el asiento trasero del coche donde iba con dos amigos y, lo siguiente que recuerda, es que vio la placa y la calavera del auto junto a ella mientras los rescatistas la sacaban del vehículo. Habían caído de una altura de ocho metros desde la lateral de Periférico Sur.

"Un amigo falleció, y a la chava que iba manejando no le pasó nada grave", describe.

Sufrió daños en su cadera, hígado y pulmón; después de unos días en el hospital, continuó su recuperación en casa.

"Cuando llegué, me impactó ver que en mi recámara había una cama de hospital y una enfermera", menciona.

Después de tres meses sin poder caminar, decidió cambiar de escuela y carrera. Hoy cursa el penúltimo semestre de Psicología en la Universidad Anáhuac. Consumo explosivo De acuerdo con la Encuesta Nacional de Juventud, 68.6 por ciento de los mexicanos de 20 a 24 años asegura que consume bebidas alcohólicas regularmente, y la mayoría las probó por primera vez entre los 15 y 17 años.

Ese mismo estudio indica que, 19.2 por ciento de éstos jóvenes toman de 6 a 10 copas a la semana.

Aunque cada mexicano consume un promedio 4.6 litros de alcohol al año, por debajo de otros países, el problema es que se consume en dosis muy altas.

Es decir, mientras en otras naciones se toman porciones más bajas durante más días, en México se consumen porciones altas solamente en un fin de semana, asegura Lourdes Pozo de Bouyra, directora general de la Fundación Domecq, que difunde mensajes de consumo responsable.

Asimismo, advierte que los jóvenes mexicanos están empezando a consumir alcohol desde edades muy tempranas.

"Ni el cuerpo ni la mente de un menor está preparado para consumir alcohol; además, se vuelve parte de su vida y, cuando llegan a los 18, su consumo ya es explosivo", apunta.

Muchos jóvenes se encuentran en una etapa en la que, mientras aprenden a tomar buenas decisiones, suelen corren riesgos, como consumir alcohol.

"Evalúan las situaciones de riesgo y eligen aquella en la que demuestre mayor valentía y capacidad de resistencia", explica Eduardo Méndez, director de Co-Responsables, fundación que promueve iniciativas para aminorar el alcoholismo.

En los jóvenes, agrega, el consumo de alcohol también está relacionado con la presión social y la búsqueda de aceptación.

La experiencia, la edad y hasta el género son factores que determinan las causas de accidentes, subraya Arturo Cervantes, director del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes.

El funcionario explica que los jóvenes, por su edad, tienen menos horas de estar a cargo de un volante.

Asimismo, advierte que los hombres, por influencia social, suelen correr más riesgos.

"En promedio, hay tres hombres involucrados en accidentes por una mujer". En las universidades Las autoridades de la universidades saben que sus estudiantes pertenecen al grupo de la población más vulnerable en temas relacionados con el consumo de alcohol, por lo que, emprenden campañas de prevención.

En la Universidad Iberoamericana ofrecen pláticas sobre seguridad en antros o conducción segura, entre otros temas.

"Aplicamos una encuesta y los resultados fueron alarmantes: teníamos una población importante en riesgo psicosocial, y el tema que brinca es el del alcohol y los lesionados por accidentes viales", explica Laura Echeverría González, coordinadora del Programa Identidad y Fortaleza de la Ibero.

El Tecnológico de Monterrey, tiene un programa de prevención en cada campus y uno de sus ejes es el alcoholismo.

"No sólo nos preocupa tener alumnos muy buenos en lo académico, sino también formarlos en otras cosas que enfrentarán en la vida, y una es el uso adecuado de límites", indica Marisela Alvarado, directora del Departamento de Asesoría y Prevención del campus Ciudad de México del Tec.

Generar conciencia en los jóvenes sobre el peligro de conducir bajo los efectos del alcohol, además de ser tarea de las autoridades y las escuelas, también es responsabilidad de los padres.

Lourdes Pozo de Bouyra, de Fundación Domecq, destaca que el consumo de alcohol suele empezar en casa, por lo que los padres de familia juegan un rol muy importante en la prevención.

El papá de Fernanda y Ana Ceci lo sabe.

"Lo que daría por haberme levantado para ir por ellas", dice. 'Te arrancan la vida' Omar Alcalde tenía 22 años, y estaba a un mes de terminar Ingeniería Biónica en el Politécnico, pero todo acabó en un accidente al regreso de una fiesta.

"Iban en mi carro, eran cinco, venían de dejar a una amiga", dice Mary Zamudio, su mamá.

Se impactaron a las 4:00 de la madrugada contra un tráiler, resultando muertos Omar y un profesor, también del IPN.

Los otros tres estudiantes que iban en el asiento de atrás sobrevivieron, aunque dos de ellos perdieron la vista.

Todo cambió para ella, incluso, intentó suicidarse dos veces.

"Cuando pierdes a un hijo, te arrancan la vida, es vivir porque tienes que vivir, no porque quieras", lamenta.

Omar dejó pendiente una beca que le habían dado para estudiar en Alemania.

¿Sabías qué? · Los hombres tienen cuatro veces más accidentes que las mujeres, de acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención de Accidentes · En México, mueren alrededor de 95 personas cada semana en accidentes relacionados con el alcohol, de acuerdo con la Secretaría de Salud · Las estadísticas revelan que los jóvenes que viajan acompañados incrementan los riesgos de sufrir un accidente · En el País, las lesiones, discapacidades y muertes por causa de accidentes de tránsito cuestan más de 120 millones de pesos al año Prevenir, en vez de lamentar Dónde encontrar información para evitar accidentes.

· Centro Nacional para la prevención de Accidentes: www.cenapra.salud.gob.mx · Fundación Domecq: www.fundaciondomecq.org · Programa Conductor Designado: www.conductordesignado.com.mx · Programa Piensa Antes de Conducir: www.piensaantesdeconducir.com.mx Generan conciencia En todo el mundo se difunden campañas en los medios encaminadas al consumo responsable.

· En México, actualmente hay una con el lema: "O Tomas o Manejas".

· "No Dejes que el Alcohol te Maneje" es el slogan de otra campaña mexicana.

· En España, la campaña es permanente: "No Podemos Conducir por Ti".

· Australia tiene una campaña con el tema "No Tientes a la Suerte".