Fuente Banxico

Números & Análisis

El Banco de México tendrá que modificar su estrategia en política monetaria para 2010. La expectativa de aumento en el precio de bienes y servicios administrados y concertados anticipan presiones sobre la inflación adicionales a las que se vivieron este 2009, situación que deberá reflejar el banco central en la evolución de las tasas de interés.

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Presión inflacionaria en 2010

En el mediano plazo, la política monetaria tendrá que ser modificada por el Banco de México, es decir ante las posibles presiones inflacionarias previstas para 2010, la tasa de fondeo sería incrementada hasta alcanzar un nivel de 5.50%.

El pronóstico antes mencionado se explicaría en parte por los incrementos esperados en los precios de los servicios públicos que ofrece el gobierno federal, como agua, luz, gas, predio, adicionalmente se esperan incrementos en las gasolinas.

Además, otro de los factores que presionarían a la inflación sería la propuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de establecer nuevos impuestos sobre todo en el consumo, por ejemplo mayor carga impositiva en productos como telefonía fija y celular, televisión restringida, cerveza y juegos.

Por otro lado, en la parte internacional habría que considerar la posible recuperación de la economía mundial pero sobre todo la estadounidense para el próximo año, el efecto sobre los precios de las materias primas será un factor de preocupación para la inflación, así como el problema de las sequías que afectará el valor de los productos agrícolas.

En ese contexto, el deterioro de los precios será inminente para 2010, por lo que el ante esa situación, el banco central deberá endurecer nuevamente la política monetaria a través de incrementar la tasa de interés doméstica.

Es importante resaltar que la perspectiva de inflación para el siguiente año dentro del consenso de los analistas es de 4.0%, por supuesto este nivel no está considerando los impactos de las posibles modificaciones en la política impositiva para 2010 y ni considera los incrementos esperados en los servicios públicos.

En estos momentos, los precios al consumidor mantienen una tendencia decreciente y continuará hasta el cierre de año, con el pronóstico de observar una tasa anualizada de 4.50%.

En el pasado informe, la autoridad monetaria comentó que “la inflación anual ha venido disminuyendo conforme a lo previsto en las proyecciones correspondientes a los últimos dos reportes sobre inflación”.

En este sentido también señaló que las acciones futuras serán congruentes con el balance de riesgos considerando tanto la evolución de la economía como una perspectiva clara de cumplimiento de la trayectoria de inflación y el logro de la meta de 3.0% a finales de 2010.

Sin embargo, la expectativa de más alzas en los precios administrados por el gobierno federal originaría nuevamente presiones inflacionarias; bajo ese contexto, de acuerdo con estimaciones de analistas económicos, la inflación aumentaría entre uno y 1.5 puntos porcentuales, por lo que se ubicaría por arriba de 5.0%.

El instituto central, bajo esa óptica, tomará la decisión de aumentar la tasa de interés de referencia, que actualmente se encuentra en 4.50%, aunque cabe señalar que en julio del presente año fue la última ocasión que la modificó.

Los analistas del medio financiero pronostican que el Banco de México, durante 2010, realizará cuatro incrementos de 0.25 puntos porcentuales, es decir, subiría la tasa de interés doméstica 1.0 puntos porcentuales para alcanzar un nivel de 5.50%.

El aumento de la tasa de referencia la iniciaría a partir de febrero de 2010; sin embargo, podría iniciar el incremento en enero si la inflación se comienza a deteriorar.

El mercado secundario de dinero comenzó a descontar esa expectativa, ya que las cotizaciones en Cetes mismo día en los últimos días en promedio registraron incrementos de 0.05 puntos porcentuales.

Los incrementos pronosticados en la tasa de interés doméstica se concentrarían básicamente en el primer semestre de 2010, debido a que en ese lapso se concentrarían las mayores presiones inflacionarias, sobre todo durante los primeros cuatro meses del próximo año, esto es, entre enero y abril de 2010.