EI título está en juego, ambos combatientes llegan al ring. Uno trae a su séquito por detrás, lo ayudan, lo alaban y lo miman, sus fans gritan desaforados, él es el famoso, el favorito, todo el mundo lo conoce y lo respeta. Su contrincante, en cambio, pasa desapercibido, sus cualidades parecen insignificantes ante las de su enemigo; sin embargo, ambos provienen del mismo lugar, su historia es similar.

Cuando los españoles arribaron a nuestras tierras, encontraron que los mexicas tenían un

fermentado de agave, al cual llamaban mezcal. Sin embargo, ellos comenzaron a destilarlo y lo llamaron vino de mezcal. Fue ahí donde la historia de estas dos bebidas tradicionales se separó.

"La diferencia entre el tequila y el mezcal es que el primero proviene de una zona geográfica específica, que es el estado de Jalisco completo y algunos municipios de Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Tamaulipas, y se produce sólo con el Agave tequilana, Weber Variedad Azul. El mezcal en realidad se produce de varios agaves", explica Francisco Hajnal, maestro tequilero y catador.

Para Francisco Hajnal, el tequila es un símbolo de la mexicanidad; asegura que nació, al igual que el mezcal, de una forma artesanal, pero que con el paso de los años ha mejorado su producción al punto de competir con las mejores bebidas del mundo.

"Son prácticamente lo mismo; el tequila ya ha alcanzado una calidad bastante alta; el mezcal utiliza un poco de artesanía; por ejemplo, el tequila se cocina en hornos de mampostería a base vapor; en el caso del mezcal lo hacen en hornos profundos en la tierra, los cuales son de piedra y utilizan leña, de ahí su sabor ahumado".

El tequila es reconocido en cualquier parte del mundo, sólo basta con decir que se es mexicano para que la gente de inmediato lo ligue con la bebida; esto aún no sucede con el mezcal y su gusano.

Por el simple hecho de que el tequila es un destilado de agave, Juan Carlos Segundo Navarro, director general del Consejo Regulador de la Calidad del Mezcal (COMERCAM), considera que el mezcal es más mexicano.

"Lo primero fue el mezcal. Mezcal proviene del náhuatl 'mezcalli', que significa maguey cocido en horno de tierra; estamos hablando de más de 400 años. El tequila nació después".

Segundo Navarro, también defiende a la bebida con el hecho de que se puede hacer de diferentes variedades de agave. Tan sólo el Consejo ha certificado ya ocho diferentes agaves de zonas como Oaxaca, Zacatecas, Durango y Guerrero. Además, "el 80 por ciento de los productores realizan el mezcal de forma artesanal, lo que conserva sus raíces".

"Si el tequila vende 200 millones de litros, eso no significa que su impacto social sea enorme. En el caso del mezcal somos cerca de 700 productores, por lo que beneficiamos a más de 50 mil familias, y ésa es una gran diferencia. La industria del mezcal no es una industria donde haya monopolios, somos productores artesanales que nos apoyamos entre todos", asegura Segundo Navarro.

Sin embargo, La Academia Mexicana del Tequila prevé que si el mezcal llega a tener un 'boom', sería hasta dentro de unos 10 años, para lo que se requeriría publicidad y apoyo del estado.

Hasta ahora los

3 argumentos han concordado: ambos provienen del mismo proceso, uno se ha refinado y el otro se aterra a sus tradiciones; uno tiene ventas millonarias y el otro procura a sus familias productoras.

"Los dos son productos que están elaborados en México y que tienen buena calidad, pero como representante de lo que es la mexicanidad, definitivamente el tequila es un emblema nacional; el mezcal no llega a serlo aún", afirma Andrés Rodríguez Reynoso, director de la Academia Mexicana del Tequila.

"Cada uno tiene un lugar en el mercado, cada uno tiene su aceptación. Es cuestión de gustos y en gustos no hay nada escrito. En este momento el tequila es el que está en el candelero y tiene todo el apoyo del gobierno, pero el mezcal también podría llegar a la cima. Los dos son mexicanos, los dos deben representar a México, tienen características diferentes pero son destilados mexicanos", concluye Rodríguez Reynoso.