La crisis financiera ha arrastrado a la baja a todos los productos, incluidos los grandes vinos, hasta hace poco ajenos a los vaivenes de los mercados. Existe incluso un fondo de inversión que apuesta "por grandes vinos sólo con afán de aumentar el capital invertido" y que, pese a los estudios que defienden lo contrario, perdió en 2008 un 33%. Pero hay una excepción: el Chateau Lafite Rothschild de 1982, que según el Liv-ex, cotizaba en julio a 3.386 dólares la botella, 280 dólares más que un año antes y 1.100 dólares más que en Julio a 3.386 dólares la botella, 280 dólares más que en Julio de 2007.Es decir una revalorización del 48% en plena crisis. Es el que, a menor nivel, disfrutan también otros vinos de la casa. ¿Será otra' burbuja.