En un afán de posicionamiento se sacrifica la congruencia, porque no da puntos por tenerla, lo que provoca aberraciones un día sí y otro también. Por ejemplo, un día en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se propone legalizar la mariguana para consumo personal y recreativo, pero otro se decide que después de las 2:30 de la mañana no se venderá alcohol, con lo que se pretende evitar que los jóvenes de almas piadosas y angelicales no se pierdan en la bebida. ¡Qué importa que ahora los jóvenes van a tomar en cinco horas lo que antes tomaban en ocho!, ¡qué importa que sea una medida que haya probado su ineficacia en otros países!, pero es que eso de investigar, consultar, no es lo suyo.