El 13 de diciembre de 2007, el presidente Bush declaró por cadena nacional ante miles de estadunidenses: "Si no hubiera dejado de beber whisky, cerveza y vino, dudo que hubiera llegado hasta aquí", dijo en entrevista para la cadena ABC. Por conducir en estado de ebriedad, tras beber varias cervezas en Maine, Bush se declaró culpable del cargo. Tuvo que pagar una multa de 150 dólares, y su licencia fue suspendida. Irónicamente, sus hijas han estado ligadas a incidentes menores con el alcohol. Las mellizas fueron investigadas, en mayo de 2001, por intentar comprar alcohol sin alcanzarla edad mínima.