Al inicio de la actual Legislatura, el senador del PRD, Pablo Gómez, exigió que el servicio de café, alimentos y refrescos que se instala todos los días de sesión para los senadores, incluyera bebidas alcohólicas. Pablo Gómez argumentó que los parlamentos de todos los países del primer mundo tienen servicio de bebidas alcohólicas para sus legisladores y no pasa nada. La Mesa Directiva no accedió a la petición y el alcohol quedó proscrito del servicio, hasta que algunos panistas se fueron por la libre y se pusieron a brindar el último día de sesiones, en el Salón Colosio.