La propuesta del legislador se produjo además de forma unilateral, ya que hace unos días Francisco Rojas Gutiérrez, coordinador de la bancada tricolor, aseguró que su partido no propondría para 2012 ningún nuevo gravamen.

Ya en el Congreso hubo amagues de incrementar la carga fiscal para los refrescos, situación que se desactivó y ahora aparece la nueva propuesta contra los cigarros, industria conformada por Philip Morris que comanda Mindaugas Trumpaitis y British American Tobacco (BAT) que dirige Luciano Comin.

No se ve sencillo que en época electoral, con la efervescencia que se anticipa, las distintas fuerzas políticas se vayan a mostrar muy dispuestas a aplicar nuevos impuestos.

La misma propuesta de SHCP de José Antonio Meade para que los gobiernos de los estados implementen un impuesto local de 5%, no ha tenido la mejor aceptación. Claro que los recursos económicos no son abundantes y ante la falta de los mismos no se pueden descartar sorpresas. De ahí la preocupación de la industria del tabaco, sobre todo porque se ha convertido en los últimos tiempos en un rubro muy castigado por el tema de salud.

De las consecuencias lógicas que ocasiona una elevada carga fiscal sobre las cajetillas de cigarros, es el contrabando, asunto del que la industria ya ha advertido.

De un 2% en el que estaba ese fenómeno, se ha disparado a entre 15% y 20% con estados más contaminados como Guanajuato, Michoacán y zonas fronterizas como BC o Chiapas.

En algunos casos se ha comprobado que el contrabando de cigarrillos lo han retomado bandas organizadas que ven en el actual entorno el mejor caldo de cultivo.

De lo que hoy se paga por una cajetilla, 70% son impuestos y 30% es lo que se quedan fabricante y distribuidor, en partes iguales.

El segmento más castigado por el contrabando son las marcas populares, que se pueden adquirir hasta en 15 pesos, cuando unos Delicados cuya cajetilla cuesta 28 pesos, unos 20 pesos son impuestos.

El producto ilegal casi siempre proviene de Paraguay, China o algún país del este de Europa. Marlboro, que es la marca número uno del mercado con 50% de las ventas, de 38 pesos que cuesta la cajetilla 27 son impuestos.

Con la nueva propuesta se pretende que el IEPS ad valorem, que está en 168% se eleve a 200% para 2012 y a 320% para 2015. A su vez el impuesto por cajetilla pasaría de 7 a 9.38 pesos.

Según datos de la industria, dada la carga impositiva, el consumo ha caído 20%, que es el equivalente a lo que se ha elevado el contrabando.

La recaudación tampoco ha sido lo que se pronosticó. Hasta junio hay una baja de 29% de lo proyectado, aunque se espera que se matice hacia el cierre del año. Aun así la recaudación estará por debajo de los 42 mil millones de pesos estimados.

Para 2012 ya en el presupuesto incluso se ajustó lo programado a sólo 33 mil millones de pesos.

Dos víctimas de la coyuntura son los productores de tabaco que por ejemplo en Nayarit han visto reducirse el número de hectáreas de una agricultura por contrato, que resulta más rentable que otras opciones.

La otra es el comercio minorista, es decir unas 500 mil misceláneas que cifran en el cigarrillo entre 20% y 30% de su facturación mensual.

Las tiendas de conveniencia como Oxxo que dirige Eduardo Padilla, estarían en esa misma situación. Así que habrá que seguirle la pista a esta nueva amenaza impositiva a un negocio ya de por si castigado.