Para controlar el nivel cero de alcohol, los eurodiputados recomiendan la instalación de sistemas antiarranque de vehículos en caso de alcoholemia, los conocidos como 'alcolocks', en todos los vehículos industriales de transporte de pasajeros y de mercancías.

Igualmente, también se propone su uso como una medida de rehabilitación para los conductores que hayan sido condenados más de una vez por conducir bebidos.

Respecto al límite los 30 km/h (de escasa incidencia en España donde predominan límites inferiores en esas áreas), el objetivo es proteger mejor a los usuarios más vulnerables de las vías de un solo carril como peatones o conductores de bicicletas.

La eliminación de los guardarraíles, una vieja reivindicación de los motoristas, se justifica en el peligro para los conductores de vehículos de dos ruedas.

El informe reclama en contraposición la instalación de sistemas de protección para motoristas en la parte superior e inferior de las biondas, así como otros tipos de sistemas viales de contención alternativos.

Por otro lado, para mejorar la formación automovilística, se propone generalizar en la UE la conducción acompañada a partir de los 17 años.

Los eurodiputados también piden a la Comisión Europea, que deberá transformar las propuestas en una iniciativa legislativa, que designe un coordinador europeo de seguridad vial para ayudar a los Estados miembros a poner en marcha el plan de acción.

El autor del informe sobre seguridad vial es el eurodiputado alemán Dieter-Lebrecht Koch (PPE), que ha buscado con sus propuestas reducir entre 2010 y 2020 a la mitad las muertes en carretera, en un 40% las lesiones graves y en un 60% la mortalidad infantil.

Según los datos recogidos en el informe por el eurodiputado, anualmente el número de víctimas mortales en las carreteras de la UE equivale a la caída de 250 aviones de pasajeros.

Además, los costes sociales provocados por los accidentes de tráfico se elevan a 130.000 millones de euros al año. EFE