Ciudad de México (17 septiembre 2011).- En la actualidad son los tequilas reposados y añejos los que llegan a tener mayor predilección entre los aficionados a este destilado. Sin embargo, el tipo blanco es una bebida muy versátil que igualmente puede consumirse sola o mezclada, y ha dejado atrás ese gusto astringente con el que se le conocía.

"Mezcla bien con sabores cítricos aunque más y más gente empieza a tomarlo solo", destacó Gabriel López, gerente de marca del Tequila 1800.

El tequila blanco es la clase más básica dentro de este destilado y aunque el Consejo Regulador del Tequila no establece si puede añejarse o no, de forma genérica es aquel que no presenta ninguna coloración, aunque algunos productores le dan un muy breve paso por barricas de roble.

López recomienda darle un giro a este bebida y utilizarla de muchas más formas.

"Se puede beber muy frío en un caballito escarchado con chile piquín y acompañado de un mango enchilado, con refresco de limón o en la muy conocida paloma (refresco de toronja)

"Actualmente más gente empieza a mezclarlo con refresco de manzana que es una nueva receta conocida como maroma", dijo.

No sólo se puede servir en un caballito para disfrutarlo solo, puede adoptar formas de presentación de otros destilados como el whisky, es decir en un vaso old fashioned en las rocas.