Lo reveló el pasado viernes, en un informe especial sobre esta problemática, "uno de los cuatro factores de riesgo de enfermedades no transmisibles importantes que son susceptibles de modificación y prevención", recuerda esta entidad adscrita a las Naciones Unidas.

El informe indica, además, el alto riesgo en el que se encuentran los jóvenes entre 15 y 29 años, pues unos 320.000 personas en rango de edad fallecen cada año por esta causa. Eso es, agrega el informe, un "nueve por ciento de las defunciones en ese grupo etario".

Explica el médico psiquiatra de la ESE Carisma, Luis Fernando Giraldo, que un consumo nocivo es aquel que supera las estimaciones de frecuencia y cantidad y que comporta un riesgo para la persona desde la salud, la seguridad o del cumplimiento con las responsabilidades o del funcionamiento social.

Comenta este especialista que los datos más recientes de consumo en Colombia datan de 2008 y señalan que en el país hay alrededor de 2.400.000 personas con consumo problemático de alcohol y, en concordancia con la tendencia mundial, la población más vulnerable en el país está entre los 18 y los 24 años.

"En especial en los estratos 2 y 3, que es donde hay mayor consumo", acota.

Una muerte prevenible

Así, mientras que se calculan cinco millones de muertos al año por causas asociadas al cigarrillo y 2.500.000 por alcohol, la cifra por otras drogas rodea las 200 mil muertes al año en el mundo.

Y, sin embargo, la atención suele centrarse con mayor ahínco en las drogas ilegales.

"Las legales son las más problemáticas en términos de salud pública y la gente anda desprevenida", opina Giraldo.

No significa que haya que bajar la guardia, pero sí que hay que prestarle más atención al fenómeno del alcoholismo en usa sociedad que tolera el consumo de licor como sinónimo de diversión, socialización y hasta recompensa.

La OMS advierte, además, que la ingestión nociva de alcohol "es un importante factor determinante de algunos trastornos neuropsiquiátricos, como los trastornos por consumo de alcohol y la epilepsia, así como otras enfermedades no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares, la cirrosis hepática y diversos cánceres".

Anota, también, que está relacionado con varias enfermedades infecciosas como el VIH, la tuberculosis e infecciones de transmisión sexual.

"Esto se debe por un lado al debilitamiento del sistema inmunitario por efecto del alcohol y por otro lado a que la embriaguez trastorna la adherencia de los pacientes al tratamiento con antirretrovíricos".

Eso sin contar con la menor precaución que tiene aquel que está ebrio con ciertas prácticas de riesgo para la salud.