En marzo, el Canciller anunció una reducción fiscal del 50% para las cervezas con un 2,8% de alcohol por volumen o menos.

Desde entonces, muchas fábricas han comenzado a elaborar este tipo de cervezas cuyos precios serán más bajos. Con esta medida se espera lograr una mayor demanda.

Según una investigación, hay muchos consumidores dispuestos a sacrificar el nivel de alcohol en la cerveza, siempre y cuando se mantenga el sabor.

Fuller, una cervecería en Londres, presente en 361 bares de todo el país, ha estado produciendo cerveza con un contenido de alcohol del 2,8% con el fin de beneficiarse de la reducción fiscal prometida por el gobierno.

Menos impuestos, mayor salud y más ahorro.

Se espera que una pinta de cerveza baja en alcohol cueste alrededor de una libra menos que las cervezas habituales.

Una encuesta realizada por la Campaign for Real Ale (CAMRA) mostró que el 52% de los bebedores de cerveza consumirían una cerveza baja en alcohol si la encuentra fácilmente en su pub más cercano.

Muchos defensores de la salud creen que los precios más bajos ayudarán a que los bebedores consuman menos alcohol y menos calorías con su pinta de todos los días.