Los también conocidos como chupitos de oxigeno se venden en discotecas y bares de una zona turística de España, frecuentados por jóvenes británicos.

El consumo se realiza mediante un aparato que convierte con la ayuda de oxígeno en gas el alcohol, contenido en una especie de tubos de ensayo en forma de cócteles de diversos colores y sabores.

Este tipo de tragos se comienza a ofrecer diariamente a partir de las diez de la noche, pero las autoridades han advertido que puede traer severos daños para la salud.

Una página en Facebook alienta el consumo de los OXY Shots, además explica los diferentes sabores y cómo funciona para producir su efecto embriagante.

“El oxígeno llega hasta el alcohol, donde comienza a producir burbujas y origina la evaporación del gas. Esto te permite inhalar los vapores de alcohol, que llegan hasta tus pulmones y de ahí a tu sistema sanguíneo", aseguran en la red social donde garantizan que emborracha más rápido que una bebida común.

Las autoridades sanitarias han lanzado un alerta sobre el consumo de este producto, tras detectar una falta total de higiene de los filtros por los que se inhala el producto y añade que no se informa a los consumidores sobre sus riesgos para la salud.

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