El asunto se remonta a diciembre de 2007, cuando el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial le negó a Cuervo la petición para registrar la marca así, con las palabras pegadas.

Le argumentaron que en realidad no es una marca, sino una descripción de las características de un producto.

La ley simplemente no permite que las características se registren como marcas.

Los "ultraañejos" son los tequilas que pasan al menos 3 años de maduración en barrica de roble.

Prácticamente todos los jugadores importantes del sector tienen sus presentaciones, que se venden a precios bastante más elevados que los añejos a secas y son conocidos como "ultra premium".

Cuervo tiene varios de ellos, como el Reserva de la Familia y el recién lanzado José Cuervo 250 Aniversario.

Volviendo al tema, cuando el IMPI le dijo que no a Cuervo, las huestes de Beckmann se fueron a juicio ante la Sala de Propiedad Intelectual del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, que confirmó la negativa en mayo de 2009.

El revés final lo propinó el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, que por dos votos contra uno reiteró que "ultraañejo" no puede ser una marca.

Quizá pueda intentar con "archirrequeteañejo", a ver qué tal le va.