CANCÚN, Q.Roo.- Cientos de jóvenes tenían planeado ir a la "Dirty Party", fiesta organizada mediante redes sociales con un mes de anticipación, donde se les prometió venta de alcohol a bajo costo y diversión desenfrenada a menores de edad en un salón de fiestas irregular.

El presidente municipal, Julián Ricalde Magaña, se enteró previo al evento y actuó. No hubo un solo detenido, se interpuso una sanción administrativa y se clausuró el lugar, mientras más de un centenar de adolescentes tuvo que volver a casa.

A las 22:30 horas del pasado sábado fue la cita para la esperada "Dirty Party", pero ya los elementos armados de la Policía municipal rodeaban la supermanzana 64, y más de 100 jóvenes cancunenses esperaban a que les dieran "luz verde" para retirarse: la fiesta había sido cancelada y el salón Imperial clausurado.

La humedad se respiraba en el ambiente, la zona tenía un aspecto sombrío y a pesar de las altas temperaturas las casas vecinas mostraban puertas y ventanas cerradas, como si fuera una vecindad fantasma. El único recinto con vida era el rodeado por elementos de la Dirección de Fiscalización, patrullas de Policía y jóvenes decepcionados, salón Imperial.

Una patrulla en cada esquina de la supermanzana bloqueaba el acceso a los automóviles, aún así unas seis motocicletas alcanzaron a pasar con más jóvenes que no habían sido prevenidos de la cancelación del evento. "¿Donde está la fiesta?" preguntaban a sus conocidos en la fila. "No ves que no hay fiesta ¡imbécil! Clausuraron el lugar". Le contestaron.

En la calle grupos de jovencitas aún en el paso entre la niñez y la adolescencia, intentaban acelerar este proceso, vestidas con prendas llamativas y maquillaje acentuado, la mayoría de estatura menor a un metro sesenta, piel morena y rostros redondeados.

¿Por qué no me puedo ir todavía? Preguntó una de ellas a sus amigas entre la confusión, ya que nadie se movía del lugar. "Te tienes que quedar aquí porque si no van a pensar que traes drogas", le contestó la que aparentemente era mayor.

Dentro del salón, donde minutos antes se habían evacuado a los jóvenes, se exhibían decenas de vasos a medias con un líquido azul con alcohol, las llamadas "aguas locas".

En medio del movimiento de autoridades de Fiscalización y policías con sombreros y armas, un joven de menos de 30 años dibujaba un rostro preocupado y evadía su responsabilidad diciendo: "Yo sólo soy administrador del salón, me pagaron mil pesos de depósito y tres mil pesos por un evento privado, pero yo no lo organicé".

Así, quien dijo llamarse, Esaú Villegas Hernández, se deslindó de toda responsabilidad pese a ser el encargado de un salón donde se distribuían bebidas alcohólicas a menores de edad, asegurando no saber nada de la organización del evento. "El salón lo rentamos para cubrir cuotas atrasadas de pagos de predial y de basura, no sabíamos que iban a cobrar".

¿Dónde están los organizadores? Pregunta hecha por las autoridades a lo que Villegas Hernández señaló que era "El Pelón" y que estaba afuera del local.

A unos metros se encontraba, Antonio Esquivel Carrillo, director de Fiscalización municipal, quien señaló que además de la clausura del inmueble por no contar con los permisos correspondientes, se sumaba la venta de alcohol a menores de edad, sanción que llega a alcanzar de dos mil a tres mil salarios mínimos.

"La postura del presidente es que los menores de edad no deben tomar bebidas alcohólicas", declaró Esquivel Carrillo.

Debido a las atribuciones de fiscalización, no hubo detenidos.

Reacción de las autoridades a la "Dirty Party"

Un día después, el pasado domingo, la Dirección de Comunicación Social informó que por "faltas al Bando de Policía y Buen Gobierno y al no contar con las medidas de seguridad establecidas, anoche la Dirección de Fiscalización del Ayuntamiento de Benito Juárez colocó sellos de clausura en el salón de fiestas Imperial, ubicado en la supermanzana 64, a espaldas de la cancha Del Maestro".

La "Dirty Party" o fiesta sucia, era la última de cinco fiestas realizadas en dos meses por la que menores de edad, desde 10 y 13 años expresaban a través de la red social su interés de asistir y tomar mucha cerveza. Preocupados porque debido a su niñez podrían ver frustrado su deseo de ingerir bebidas alcohólicas, preguntaban a los organizadores si habría problema con la edad. Ante estas inquietudes las únicas respuestas eran a través del indirecto "me gusta", aunque nadie aclaraba las dudas de manera visible.

Debido a la respuesta entusiasta de la juventud cancunense, organizadores protegidos con alias como "Whopper" y "Xuuxoo" recomendaban conseguir los brazaletes en la preventa que se realizaría a partir de las 20:30 horas del viernes en plaza "Paseos" ubicada en la avenida Andrés Quintana Roo de esta ciudad.

Dentro de la organización destacaba el usuario "Cancun Party Party" (desapareció de la red desde el pasado domingo), que en su sitio publicaba fotos de fiestas juveniles donde los concursos de camisetas mojadas, posturas eróticas y besos entre personas del mismo sexo, eran practicados por cientos de niños y niñas menores de 18 años.

Antes de las 23 horas las autoridades municipales "aguaron la fiesta", con una dirección limitada en funciones regulatorias y sin poder de acción ante la presunta presencia de drogas y estupefacientes. Sergio Antonio Esquivel Carrillo, titular de Fiscalización municipal, dijo que revisar el asunto de narcóticos no le correspondía, aunque estaba acompañado de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública quienes no hicieron revisión alguna a los jóvenes presentes.

Por medio de la llamada "Vida Nocturna Cancún" que se promueve en Facebook, grupos relacionados con los giros negros, atraen a la juventud cancunense mediante publicidad anzuelo con imágenes de chicas en ropa interior, ligueros con medias blancas y chocolate en sus cuerpos.

El sábado pasado fueron más de 100 jóvenes los que se quedaron esperando que diera inicio la "Dirty Party" en el ahora clausurado salón Imperial, donde más de cinco mil usuarios habían anunciado su llegada a través de Facebook.

De acuerdo con Comunicación Social de Benito Juárez, el operativo "fue realizado en atención a las denuncias de los habitantes de la zona y tras verificar estas inconsistencias". La dependencia destacó que la clausura se sumó a la de nueve antros, ubicados en la avenida Yaxchilán realizada meses atrás: El Jaripeo, Ego, Dallas, Ok Club, El Chiquito, Sky Bar, Ruta 666, Big Fish, y Karamba. De todos ellos, el Ruta 666 ya brinda servicio de nuevo.

El salón Imperial tenía atrasadas cuotas de pago de predial y cuotas de basura, según explicó, Esaú Villegas Hernández, administrador del local. Al dueño del recinto se le aplicará una sanción administrativa.

Cuando se le preguntó al director de Fiscalización municipal por los organizadores de la fiesta, señalo que "no los encontramos".