Es una realidad que el mercado por el tequila sigue siendo muy fuerte por el apetito que existe en el mercado nacional e internacional, pero también es verdad que en este afán se ha dado un mercado ilegal, ya casi a la par de importancia en números.

A este padecimiento que enfrentan firmas como Casa Herradura Brown-Forman, de Randy McCann; Casa Cuervo, de Juan Domingo Beckman; Diageo, bajo el mando de Enrique Morán, y Bacardi México, que encabeza Rodolfo Vargas, se suman ahora las anomalías en las que incurren los licores de agave que no cumplen con normas oficiales, al tener un menor contenido de azúcares de agave; de ahí que recientemente la Profeco, bajo el mando de Bernardo Altamirano, inmovilizó productos de este tipo de bebidas.

No obstante, no parece haber freno a esta problemática, que podría poner, una vez más, en disyuntiva a la bebida alcohólica más representativa de México.

Y es que, en el tema de los licores de agave, no es que sean de mala calidad o clandestinos, sino que se han apoderado del mercado declarándose como tequileros.

La normatividad indica que para que una bebida sea llamada tequila se necesita contener al menos 51% de azúcares de agave, mientras los licores de agave contienen menos de uno por ciento de azúcares de agave, siendo Grupo Tonayan y Compañía Braga dos de las principales empresas productoras de licores de agave.

En fin, por lo pronto, los tequilas comercializaban anualmente 7.7 millones de cajas de nueve litros en 2007, mientras que los licores de agave vendían 2.7 millones de cajas de nueve litros; en 2010, los tequilas vendieron 6.8 millones de cajas de nueve litros y los licores de agave colocaron 3.7 millones de cajas de nueve litros, teniendo estos últimos un crecimiento del 35%, apoyándose en una estrategia tequilera.

En la actualidad, el tequila tiene una participación de mercado de 32% y los licores de agave, de 17%, mientras que el restante 51% se lo disputan bebidas como el whiskey, ron, brandy y vodka.

Ante dicho panorama, sabemos que la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, que preside Francisco J. González García, va con todo en pro de la formación de un frente común para evitar que estos dos sectores se integren en uno.

Así que no habrá que perder de vista a dicho gremio, y ojalá que así como las autoridades voltean a sacarles impuestos, también volteen a apoyar el orden. No se trata de una industria de bebidas alcohólicas, sino de una cadena productiva que arranca en el campo, con presencia internacional