Ciudad del Carmen, Campeche.- A unos meses de cumplir 2 años la administración de Aracely Escalante Jasso, el número de casas de citas donde se oferta en forma clandestina cerveza, licor y sexo, ha crecido en forma inconmensurable en los alrededores de las zonas marginadas del Carmen, gracias al contubernio que han logrado forjar con el coordinador de Gobernación, Erick Uvence Cicler Zavala, acusaron líderes de colonias populares.

Esas casas de citas operan impunemente en las colonias Manigua, Emiliano Zapata, Estrella, Caracol, Miguel de la Madrid, Justo Sierra, Tierra y Libertad, Santa Rita 3, entre otras, repudiaron los informantes.

De acuerdo a las opiniones de las lideresas, en la isla existen cerca de 100 clandestinos que operan las 24 horas del día; algunos en humildes chozas, aunque otros en casas grandes, como la de "Doña Chayito".

Según datos datos proporcionados por la ex coordinadora de Gobernación Municipal, Rosa Judith Jiménez Ríos, en el año 2009 existían 61 establecimientos que vendían alcohol ilegalmente y la mayoría eran surtidos por la empresa Cuauhtémoc Moctezuma.

Ahora, según cálculos modestos, existen por lo menos un centenar de cantinas y prostíbulos clandestinos, mismos que pagan a Gobernación Municipal una cuota de protección que oscila entre los 5 mil hasta los 20 mil pesos mensuales.

"Ya sean panistas o priistas, todos hacen lo mismo: le cobran una cuota a los clandestinos para dejarlos operar. Humildemente, le llega a Cicler, a sus manos, por lo menos medio millón de pesos al mes, aunque seguramente en el negocio también está metido algún alto mando del Ayuntamiento", acusó una de las líderes contactadas por Carmen HOY.

Entre los más conocidos clandestinos –que conoce cualquier taxista- están "Doña Dora", "Don Arturito", "Doña Dominga" y "Doña Chayito", ubicados en colonias como Emiliano Zapata, Tierra y Libertad, Caracol y Justo Sierra, expresaron las informantes.

Uno de los clandestinos que más cuota paga a Cicler, es el de "Doña Chayito", mismo que está ubicado en la Colonia "Justo Sierra". En ese sitio no solamente se comercializan bebidas embriagantes, sino que también se prostituyen jovencitas y hasta esposas de petroleros, dijo Alejandra, otra dirigente de colonia.

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