Previo a la entrega de la propuesta de Presupuesto para 2010, por parte del Presidente Calderón, el diputado priísta Jesús Alberto Cano Vélez dijo que existen opciones para enfrentar las presiones en finanzas públicas, como la reorientación de los recursos que van a subsidios y a la política social, así como una revisión de la parte de gasto de operación del Gobierno.

"Los subsidios están mal focalizados y hay multiplicidad de programas, situación que conduce a un enorme desperdicio de recursos", señaló.

Según datos del Centro de Estudios de Finanzas Públicas, actualmente el gasto de operación del sector público representa 51 por ciento del gasto programable, destacando los recursos destinados a cubrir el costo de sueldos y salarios.

El Gobierno tiene alrededor de 86 programas de tipo social, los cuales carecen de claridad, focalización y no atienden el combate a la pobreza, a tal grado que el número de pobres ha aumentado en los últimos años, denunció.

Sólo entre 2006 y 2008, el número de pobres de patrimonio se incrementó en casi 6 millones de personas, para quedar en 50.6 millones, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

Los pobres de patrimonio son personas que no cuentan con un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades de salud, de educación, de alimentación, de vivienda, de vestido y de transporte público, aun si dedicaran la totalidad de sus recursos económicos a ese propósito.

Ante la gran cantidad de programas, las entidades federativas también crean sus propios programas de combate a la pobreza, incluso hay algunos estados que tienen más de 100 programas.

Sin duda, aseguró, existe un desperdicio de recursos, por lo que el PRI propone una política social de Estado, con pocos programas, bien dirigidos y diferenciados.

Por otro lado, en el análisis del paquete presupuestal de 2010, se debe tener cuidado con el aspecto tributario, ya que la idea es buscar que todos paguen impuestos, eliminar regímenes y tratamientos fiscales de privilegio, además de combatir la evasión y elusión fiscal, consideró Cano Vélez.

Ante las circunstancias actuales, también es probable que el Gobierno federal proponga un déficit público para el próximo año de alrededor de 2.5 por ciento del PIB, estimó.