emprendió un programa de prevención y combate del alcoholismo y las adicciones en la población

indígena de Sinaloa, problema de salud ancestral que tiene una importante asociación con la

violencia intrafamiliar.

Leonides Gil Ramírez, presidente de esta comisión, dijo que existe la percepción equivocada de ver

el consumo del alcohol y algunas drogas como algo "normal" en los pueblos indígenas, incluso como

un ritual relacionado con sus celebraciones.

Sin embargo, aclaró que los tratados internacionales establecen que ningún uso y costumbre puede

atentar contra las garantías individuales, como lo es el derecho humano a una vida digna y tranquila

en un ambiente familiar sano.

Precisó que la Comisión para la Atención de las Comunidades Indígenas de la Secretaría de

Desarrollo Humano cuenta con un estudio en la comunidad Yoreme, en El Fuerte, que revela el

grave problema de alcoholismo y drogadicción, situación que se presenta en todas las etnias de la

entidad.