Ciudad de México.- (15/Jul/2011).- México cuenta con la fortaleza estructural para hacer frente a “las aguas turbulentas” generadas por la crisis de deuda que atraviesan algunas economías de Europa y Estados Unidos, aseguró el titular del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens.

Destacó que la gran acumulación de reservas internacionales, el régimen de flotación cambiario y las tasas de interés flexibles, así como la fortaleza fiscal, son algunos elementos que permiten a México navegar por estas “aguas turbulentas” con un alto grado de confiabilidad.

Para Carstens, el país no tiene ninguna de las debilidades estructurales que presentan naciones avanzadas, como algunas europeas e incluso la Unión Americana, además de que las finanzas públicas son sólidas, igual que su sistema financiero y está bien capitalizado.

Durante la entrega de la medición de los índices de precios del Banco de México al Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), el titular del órgano responsable de la política monetaria del país sostuvo que ante la turbulencia internacional México debe mantener la firmeza en la políticas macroeconómicas.

Afirmó que ésto es lo que le da soporte y solvencia a la economía nacional, además de seguir con la buena conducción en materias fiscales.

El funcionario subrayó que en la actualidad no hay sobreendeudamiento ni de las familias mexicanas ni del Gobierno y, por el contrario, contamos con un sistema financiero sano y bien capitalizado que puede ampliar en crédito, en beneficio del crecimiento económico.

En opinión del banquero central, la actual volatilidad se puede profundizar o disminuir, dependiendo del resultado que arrojen las negociaciones que realizan tanto la Unión Europea (UE) como Estados Unidos para estabilizar a los mercados.

El titular del Banxico se refirió además a su reciente candidatura para ocupar el cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y opinó que el proceso evidenció que los países emergentes tienen voz y capacidad para cuestionar un estatus quo que no es sostenible.

Subrayó que así como en el pasado el FMI cuestionó la falta de democracia y transparencia en los países emergentes, ahora son estas naciones las que exigen lo mismo.