
Desde la cantina
04/07/2011
El consumo juvenil del alcohol presenta hoy características propias que han generado una “cultura del consumo de alcohol” diferenciada del consumo tradicional; hoy vemos a nuestros jóvenes asociados al consumo de alcohol para ganar diversión o ser aceptados en círculos sociales en donde éste es un burdo disfraz para aparentar una mayor edad..
En un mundo donde la educación, el trabajo, la recreación y otras actividades son parte del cotidiano vivir, aparecen de la nada “enfermedades” que alteran la armonía de la vida, la salud y entre ellas, el metabolismo y la capacidad cerebral. Desde hace varios años las sustancias psicoactivas se han convertido en uno de los problemas más graves de nuestra sociedad, tano que hasta se toma con cotidianeidad y no como un problema ya. En Sonora por ejemplo el consumo de drogas y alcohol es preocupante, los excesos y la irresponsabilidad de gran parte de los jóvenes los llevan a cometer la mayoría de los delitos registrados, al estar bajo el efecto de alguna sustancia psicoactiva; qué decir de los accidentes automovilísticos, en donde casi siempre el copiloto, es el alcohol.
La utilización de bebidas alcohólicas viene de tiempo atrás. Las civilizaciones chinas, egipcias y la cultura mesopotámica ya usaban el vino, aunque con un carácter ritual; los egipcios perfeccionaron la fermentación del extracto de malta que habían producido los chinos ( cabe mencionar que con el uso y descubrimiento de la pólvora pasó lo mismo, pero se le atribuye a los chinos, cuando los egipcios ya la utilizaban). Las bebidas alcohólicas han estado presentes en todas las culturas y civilizaciones del mundo, y en la actualidad ha ganado un auge importante. Es difícil concebir una reunión o fiesta en la que no esté presente el alcohol. La escalada de consumo en la mayoría de países ha sido notable. El consumo abusivo del alcohol representa hoy uno de los principales problemas de salud pública no sólo en Sonora, sino en todo México.
En 1977 la Organización Mundial para la Salud (OMS) propuso que se dejara de hablar de alcoholismo para hacerlo de “problemas relacionados con el alcohol”. No es que sean menos importantes las consecuencias físicas del consumo de alcohol, sino que hay otras consecuencias paralelas de igual importancia, como por ejemplo, los accidentes de tráfico, domésticos y laborales; la violencia intrafamiliar o juvenil; el síndrome alcohólico fetal, entre otros. El consumo de alcohol es un hábito, forma parte de los llamados estilos de vida, estando ampliamente extendido y culturalmente aceptado en la mayoría de los países occidentales independientemente y ajustado a toda clase social. Por tanto, no es sólo un comportamiento individual, sino que se encuentra fuertemente influenciado por normas sociales y por el contexto socioeconómico y cultural en el que vivimos.
El consumo juvenil del alcohol presenta hoy características propias que han generado una “cultura del consumo de alcohol” diferenciada del consumo tradicional; hoy vemos a nuestros jóvenes asociados al consumo de alcohol para ganar diversión o ser aceptados en círculos sociales en donde éste es un burdo disfraz para aparentar una mayor edad..
Progresivamente, se va consolidando un patrón juvenil de consumo de alcohol, caracterizado por ser en el fin de semana y por su papel fundamental como articulador del ocio y de las relaciones sociales de los adolescentes y jóvenes. El problema, por tanto, no es que beban sino que sus formas de beber están más lejos del modelo tradicional y tienen que ver con sus estilos de vida y su manera de divertirse, con su manera de estar y de proyectarse en el mundo.
Para analizar esta situación debemos hacerlo desde una triple dimensión: desde el adolescente, desde la sustancia, en este caso el alcohol, y desde el contexto actual: los valores de nuestra sociedad, el sistema productivo, la publicidad, el papel de la familia, de la escuela, de los grupos de iguales, entre otros.
Huatabampo, por ejemplo, se convierte cada fin de semana en una gran cantina (dicho esto anteriormente por algunos coterráneos); contamos con más expendios de cerveza que tiendas de abarrotes. El aumento progresivo e indiscriminado de la gran cadena comercial de letras blancas y fondo rojo en donde la cerveza es su principal venta, no sólo aumenta el consumo sino que fomenta el alcoholismo en los jóvenes por su fácil adquisición, recordemos que ésta es una droga hasta hoy legal. Precisamente, el fin de semana es cuando se suscitan accidentes viales, la mayoría por excesos de velocidad, y diversos casos de violencia; los hospitales que registran ésto, no mienten.
Es importante conocer las causas que producen la ingesta de bebidas alcohólicas en jóvenes y adolescentes y los efectos que este tipo de bebidas generan en nuestro organismo, teniendo en cuenta que el alcohol es una sustancia depresora del sistema nervioso central (física y emocional), que puede llegar a causar daños irreversibles en la salud del ser humano, haciendo victimas cada vez más a los jóvenes.
El alcoholismo es una enfermedad de adicción severa considerada actualmente en la sociedad como un factor de uso común y cotidiano sin tener en cuenta los problemas que el mismo genera, esta enfermedad surge como un tipo de droga dependencia o drogadicción una vez que alcanza un grado avanzado necesita un tipo de ayuda especializada y profesional, ya que la autoridad no lo regula como debiera. Brindo por ello, ¡Salud!
Fuente: Termómetro en Línea
Categoría: RIESGOS ASOCIADOS AL EXCESO EN EL CONSUMO
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