
Misceláneas venden bebidas alcohólicas a menores de edad.
29/06/2011
Ruth Padilla Pérez
Ruth Padilla Pérez
Texmelucan, Tlax. Los texmeluquenses exigen control y supervisión de la venta de bebidas alcohólicas a menores en bodegas formales y comerciantes ambulantes.
Texmelucan, Tlax. La accesibilidad de los jóvenes a las bebidas alcohólicas es cada vez mayor, a pesar de las prohibiciones impuestas de la venta a menores, tal es el caso del comercio denominado “El Oso”, ubicado cerca de las inmediaciones de la laguna “Ojo de Agua”, en Texmelucan, la cual ha sido denunciado en innumerables ocasiones, sin embargo es fácil observar que los estudiantes adquieren las bebidas con facilidad, incluso en el interior se pueden encontrar a los adolescentes con el uniforme puesto y tomando.
Hay misceláneas que expenden bebidas alcohólicas indiscriminadamente, por lo que es necesario que los padres de familia cuiden a sus hijos, los sepan orientar, les den buen ejemplo y denuncien las tiendas o lugares que venden alcohol a menores de edad.
Ante esto, los texmeluquenses exigen control y supervisión del expendio de bebidas alcohólicas a menores en bodegas formales y comerciantes informales, las cuales deben sancionar con multas, clausura de los establecimientos o retiro de licencia de funcionamiento en caso se incumpla esta situación.
Además de que los dueños tienen la obligación de colocar en un lugar visible del local o establecimiento carteles con la inscripción: “Prohibida la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años”.
Cabe destacar que la creencia más compartida entre los diferentes grupos de adolescentes y jóvenes, tiene que ver con la asociación, según su opinión, entre el consumo de alcohol y las "consecuencias positivas" que este proporciona. Entre estas destacan, según ellos indican, una potenciación de la actividad Psico-Física (alegría, euforia, superación de la timidez y retraimiento, mejoría del estado de ánimo, etc.), posibilidad de diversión e integración dentro del grupo de amigos donde la mayoría consumen.
En la medida que el alcohol proporciona a los jóvenes una serie de efectos o consecuencias positivas, y el joven los interpreta como un beneficio, dichos efectos se convierten en motivos de consumo.
La juventud, como regla general, no asocia el consumo de alcohol con los problemas que de él pueden derivarse, ellos esperan del alcohol cambios positivos globales (facilitador de expresividad emocional, desinhibidor y potenciador de las relaciones sociales, etc.), y a la vez no creen que dicha sustancia tenga consecuencias negativas, influyendo considerablemente en un mayor consumo durante el fin de semana, donde las relaciones interpersonales se intensifican. Por eso anticipar los "efectos positivos" y no las verdaderas consecuencias negativas, conlleva a que se produzca un mayor consumo social.
Fuente: ABC Tlaxcala
Categoría: REGULACION Y NORMATIVIDAD
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