
Sin control violencia familiar en región Texcoco.
27/06/2011
María Luisa Vázquez Rojas
María Luisa Vázquez Rojas
Texcoco, México.- Dos fines de semana en que se multiplicaron agresiones, riñas callejeras y familiares. El alcohol es sólo una pequeña causa de la violencia familiar que viven amplios sectores de la sociedad; pero hay otras, como la falta de empleo del padre de familia, la deserción escolar, la ocupación materna para completar el gasto familiar, el abandono de los hijos, etc.
Texcoco, México.- (Texcoco Mass Media).- Los fines de semana se agudiza la violencia familiar en entornos de marginación, pobreza y donde abunda el alcohol y la falta de autoridad de los padres y vigilancia oficial.
Desde la franja de Tequesistlán, Tezoyuca hasta Cuautlalpan, Texcoco, el sábado 18 y 25 de este junio, el consumo de alcohol disparó más allá de la media. Dos razones apuntan a esa situación, la primera que muchos padres empezaron los festejos desde el viernes por la noche y continuaron hasta entrada la madrugada del lunes. En el segundo caso, el triunfo de la selección mexicana de fútbol llevó a cientos de jóvenes y adultos a los festejos.
Estos sucesos han provocado también que la violencia familiar se exacerbe, una de ellas atiende que los padres de familia dejen parte importante de su salario en las tiendas o puestos de venta de alcohol y pulque dejando a la familia sin el esperado ingreso para el gasto semanal; la otra, son las riñas de padres con hijos, los que en muchos casos terminan con agresiones físicas.
Para algunos delegados de las localidades de los diferentes municipios, el primer problema que enfrentan es el descontrol de las autoridades sobre los sitios donde se expenden bebidas embriagantes. La segunda causa se la atribuyen al creciente número de jóvenes que abandonan la escuela, porque no tienen recursos o bien porque se han convertido en padres y la tercera porque en casa ven como los padres toman cada ocho días y se ha vuelto costumbre para ellos ver la violencia doméstica en la que viven.
Otro fenómeno que favorece la violencia familiar es la hacinación. En la misma ciudad de Texcoco, en algunas casas del Infonavit se puede apreciar que viven los padres, cuatro o cinco hijos; pero además la hija que se volvió madre soltera y el hijo, todo esto hace que los ánimos de los que ahí habitan estén siempre caldeados.
En casi todos los pueblos cada día aumenta el número de casas que de manera “clandestina” venden alcohol. Clandestina entre comillas, porque todo el pueblo sabe que en esas casas se venden cervezas, botellas, botanas, cigarros y hasta hielo. Tiendas o misceláneas que aunque tienen la cortina abajo, a un toque de puerta abren para vender lo que se le ofrezca.
En la ciudad, cualquier tienda de conveniencia está abierta las 24 horas del día, donde se puede conseguir alcohol, cigarros, botanas y todo lo necesario para la fiesta.
El alcohol es solo una pequeña causa de la violencia familiar que viven amplios sectores de la sociedad; pero hay otras, como la falta de empleo del padre de familia, la deserción escolar, la ocupación materna para completar el gasto familiar, el abandono de los hijos, etc. Causas que las autoridades estatales y locales han dejado pasar, llevando a poco a poco a nuestros jóvenes al carrusel de la violencia que vive México. Todavía los gobiernos locales pueden y deben hacer algo para impedir siga creciendo esta situación, que por cotidiana parece ser ya una costumbre.
Fuente: AlianzaTex
Categoría: RIESGOS ASOCIADOS AL EXCESO EN EL CONSUMO
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