su primer decálogo de reforma política en el que propone la segunda vuelta en la de elección presidencial y

la reelección de alcaldes, jefes delegacionales y legisladores.

La iniciativa, dijo, pretende dar mayores espacios de participación ciudadana, así como mejorar el sistema de

partidos y fortalecer la relación que existe entre el Ejecutivo y el Congreso.

"Los ciudadanos no están satisfechos, hay que reconocerlo, con la representación política y perciben una

enorme distancia entre sus necesidades y la actuación de sus gobernantes, de sus representantes y de los

políticos", dijo Calderón al presentar la iniciativa en el salón Manuel Ávila Camacho de Los Pinos,

acompañado por el consejero jurídico de la Presidencia, Miguel Alessio.

El Presidente puntualizó que la reforma busca garantizar gobiernos más eficaces, que rindan mejores cuentas

o que faciliten la construcción de acuerdos para impulsar reformas de fondo para el País, más allá de los

intereses meramente electorales o de los partidos.

Ante ello plantea también la disminución de legisladores en el Congreso, la figura de candidaturas

independientes y el que un partido debe obtener 4 por ciento de votos para mantener su registro y en

consecuencia acceso al gasto público.

La intención es reducir 32 escaños en la Cámara alta y dejar 96 Senadores. En la Cámara baja se reduciría

de 500 a 400 diputados; 240 electos por el principio de mayoría relativa y 160 por el de representación

proporcional, lo que se traducirá en una redistritación electoral del País.

Al desmenuzar su iniciativa, el Mandatario explicó que se propone adoptar un sistema de elección por

mayoría absoluta con segunda vuelta electoral en el caso de los comicios presidenciales.

Será Presidente en primera vuelta, quien obtenga más de la mitad de los votos emitidos y de no ocurrir esto,

se pasaría a una segunda vuelta en donde participarán los dos candidatos que mayores sufragios hayan

logrado.

La segunda vuelta, detalló, se llevaría a cabo en la misma fecha que la elección legislativa.

Para la reelección de alcaldes y jefes delegacionales, se propone dejar en libertad a las legislaturas locales

establecer la elección consecutiva con un límite de 12 años.

Ante una eventual aprobación de la reforma de Calderón, se aplicaría para la siguiente legislatura. La ley

establece que para cualquier reforma en materia electoral, se debe aprobar 90 días antes del inicio de las

elecciones, que para el caso del 2012, el proceso arranca en octubre del 2011.

Por otra parte, en su propuesta de reforma política, el Presidente Felipe Calderón propuso ampliar sus

facultades de veto frente al Congreso, además crear la figura de "iniciativas preferentes" del Ejecutivo, que se

darían por aprobadas si el Legislativo no las dictamina en el periodo de sesiones que se presentan.

El Mandatario mexicano justificó ayer que su propuesta busca jerarquizar la agenda nacional y sancionar la

inacción o falta de decisión.

"No se trata de una reforma que castigue o disminuya las facultades del Congreso, sino que precisamente,

una reforma que permite jerarquizar la agenda nacional y que, en todo caso, lo que sanciona es la inacción,

la falta de discusión, la falta de debate y la falta de decisión", expuso Calderón en el salón Manuel Ávila

Camacho de la Residencia Oficial de Los Pinos.

En el caso de las "iniciativas preferentes" de reforma constitucional que no hubieran sido dictaminadas por el

Congreso, entrarían en vigor previo referéndum organizado por el IFE, además de que las materias electoral,

fiscal, presupuestal, de seguridad nacional y Fuerzas Armadas, quedarían excluidas de ese procedimiento.

Por lo que hace al veto parcial y del Presupuesto de Egresos, el Mandatario señala en su iniciativa que se

trata de una atribución reconocida en la mayoría de los sistemas presidenciales del mundo.

Plantea que el veto parcial o total sólo sería superado por los votos de las dos terceras partes del Congreso,

lo cual "permitiría al Presidente de la República convertirse en un participante de las negociaciones con el

Congreso, pero siempre respetuoso de las facultades de esa soberanía".

Adicionalmente, y tal como lo había anunciado en su discurso de tres años de Gobierno, la iniciativa plantea

una nueva relación entre los tres Poderes de la Unión, por lo que también otorgaría a la Suprema Corte de

Justicia de la Nación la facultad de presentar iniciativas de ley, sólo en el ámbito de su competencia.

Por lo que hace al Poder Legislativo, Calderón mencionó que sus propuestas contribuirán a superar la

parálisis legislativa.

"Esto, con el propósito de dar mayor eficiencia al trabajo legislativo y reconocer la exigencia ciudadana de

evitar un uso dispendioso de sus recursos.

"Facilitará la construcción de acuerdos y permitirá una toma de decisiones más rápida y efectiva en beneficio

de los ciudadanos... contribuirá a superar la parálisis legislativa", justificó ayer el Mandatario en su discurso

de presentación, al lado del consejero jurídico de la Presidencia, Miguel Alessio.

La propuesta retoma además la añeja petición de darle mayores espacios a la participación ciudadana

mediante las iniciativas y candidaturas de ese sector a cualquier cargo de elección popular.

Una iniciativa reciclada

La propuesta de realizar una segunda vuelta en la elección presidencial no es novedosa, por lo menos se ha

presentado en cuatro ocasiones en los últimos 13 años.

El 1 de julio de 1996 fue lanzada por legisladores ciudadanos encabezados por Adolfo Aguilar Zínser.

Dos años después, 15 legisladores panistas encabezados por el diputado Rafael Castillo Peniche presentaron

una iniciativa en la que promovían el mecanismo.

En septiembre de 2002, el entonces Secretario de Gobernación, Santiago Creel presentó a los dirigentes del

PRI, PAN, PRD, PT y PVEM un proyecto de agenda para la Reforma del Estado, con un planteamiento

similar.

Posteriormente, la comisión de Reforma del Estado que encabezó Porfirio Muñoz Ledo, planteó la segunda

vuelta. Todas fueron ignoradas.