Primera del Senado ratificaron la noche de este lunes a Agustín Carstens como nuevo Gobernador del Banco

de México.

"Carstens quedó ratificado, todos los grupos parlamentarios se expresaron a su favor y el dictamen cuenta

con las firmas suficientes del PRI, PAN y PRD para que se procese mañana en el Pleno", dijo el presidente

de la Comisión de Estudios Legislativos Primera, Fernando Castro Trenti.

La propuesta del Presidente Felipe Calderón fue aprobada por los senadores del PAN, PRI y PRD, quienes

firmaron el dictamen en sentido positivo.

El documento será llevado al Pleno del Senado este martes, para su discusión y eventual aprobación.

Se espera que Carstens rinda protesta mañana mismo ante el Pleno de la Cámara alta.

"El nombramiento no tiene ningún problema y mañana será ratificado en el pleno", expresó la senadora del

PRD, Minerva Hernández.

El ex funcionario compareció durante 2 horas y media ante comisiones, durante las cuales fue cuestionado

sobre las garantías que puede ofrecer para mantener la autonomía del banco central, sobre todo luego de

haber trabajado en el gabinete federal.

El senador priista Carlos Lozano recordó que la independencia del banco central no está en la ley, sino en

las decisiones que toman los integrantes de su junta de Gobierno.

"El PRI espera que el nuevo Gobernador del Banco de México respete y haga respetar esta garantía que

nuestra Constitución le otorga a esta institución.

"El nuevo Gobernador del Banco de México no es, ni puede ser, asesor del Gobierno en turno; mucho

menos puede actuar bajo el arbitrio de éste, pues iría en contra de la esencia de esta institución", expresó.

En respuesta, Carstens aseguró que la autonomía está garantizada, pero advirtió que habrá más

comunicación entre las decisiones del organismo y el Gobierno federal.

El senador del PAN, Alejandro Zapata, celebró la visión de Carstens, en el sentido de que la independencia

no limita la comunicación que debe darse entre el banco central y el Gobierno federal.

"No puedo concebir economía con una completa independencia. No puede estar la banca central jalando por

un lado y el Gobierno federal por el otro. Por eso a mí me agrada extraordinariamente cuando se habla de

intercomunicación y de interlocución", afirmó Zapata.

Fue entonces cuando los senadores del PRI, María de los Ángeles Moreno, y el de Convergencia, José Luis

Lobato, insistieron en el tema y pidieron aclarar, directamente, si habrá o no injerencia de la administración

calderonista.

"¿Usted a quién va a servir, al Presidente o al País?", cuestionó Lobato.

En su defensa, Carstens aseguró que Calderón ni siquiera le ha insinuado la posibilidad de dar un mal uso al

banco central.

Los legisladores también coincidieron en plantear la necesidad de impulsar reformas legales y constitucionales para dotar a Banxico de mayores facultades.

Iría Carstens por más PIB

De obtener la Gubernatura del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens buscará alianzas con Hacienda

para provocar en conjunto el crecimiento de la economía.

El ex Secretario de Hacienda advirtió ayer ante senadores que la autonomía no significa un aislamiento del

Gobierno.

"El objetivo del Banco de México no es un objetivo de anticrecimiento; es la hora de alinear y coordinar mejor

la aplicación de la política monetaria, fiscal y financiera para garantizar el crecimiento económico del País.

"La autonomía se ha interpretado equivocadamente, no significa aislarse del Gobierno; el banco central no

debe aislarse del debate económico nacional; la autonomía se basa en que goza de libertad para tomar sus

decisiones", explicó el candidato.

Aseguró que es hora de que el Banxico tenga la posibilidad de opinar de manera más abierta y constructiva

sobre las decisiones que toma el Gobierno federal y, paralelamente, que éste escuche al organismo para

tener una mejor lectura económica del País.

"Oír no compromete; las decisiones son autónomas", dijo.

La postura de Carstens brindaría un cambio en el liderazgo que aplicó el actual Gobernador de Banxico,

Guillermo Ortiz.

En sus decisiones de política monetaria, la administración de este último consideró, antes que el crecimiento

económico, a la protección del poder adquisitivo de los mexicanos.

Esas decisiones llegaron a enfrentarlo con el Ejecutivo, que sugirió en ocasiones un movimiento menos

ortodoxo de las tasas que controla el banco central.

Al respecto, el aspirante a suceder a Ortiz reconoció que las altas tasas de inflación erosionan gravemente

los salarios y las pensiones de los jubilados.

Por ello, se comprometió a velar por mayor estabilidad de precios para que el poder adquisitivo del salario

recupere su valor.

"Un entorno de estabilidad de precios permite tanto a hogares como a las empresas realizar proyectos de

planeación de largo plazo.

"Un entorno de inflación baja permite que los salarios reales crezcan y se evita el efecto devastador que tiene

el alza de precios sobre los desvalidos", concluyó.

Anoche, ante legisladores que podrían elegirlo hoy como el nuevo Gobernador de Banxico, el ex Secretario

apuntó que en 2010 el PIB crecerá más de 3 por ciento.

Pero apeló a la aprobación de una reforma fiscal amplia que proporcione mayores márgenes al Gobierno para

sanear las finanzas públicas.

De llegar al Banxico, refirió que una de sus primeras tareas será apuntalar el financiamiento bancario.

"Es necesario una mayor coordinación de la banca de desarrollo y comercial; hay que construir un sistema

financiero más sólido", comentó.