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¿Tiene problemas con su manera de beber? Análisis a Fondo
14/12/2009
Francisco Gómez Maza
Para la Organización Mundial de la Salud, el alcoholismo es una enfermedad incurable, progresiva y mortal por necesidad.

El alcohólico,

el enfermo, el que no

puede dejar de beber,

sólo tiene tres alternativas

en su vida: el manicomio,

la cárcel o la muerte

prematura. Consulta Mitofsky realizó un estudio para conocer algo de

las percepciones y hábitos de consumo de bebidas alcohólicas e

investigó el tema entre la población mexicana a través de su

encuesta nacional Tracking Poli Roy Campos, el mes de octubre

pasado. Desde hace años la autoridades de salud han alertado

sobre los problemas de salud pública, que representan los elevados

niveles de consumo de bebidas alcohólicas en nuestro país;

actualmente la Secretaría de Salud informa que el consumo de

alcohol en grandes cantidades se ha convertido en problema que

afecta al 26.6% de la población nacional, además de que 4.8

millones de mexicanos tienen problemas de alcoholismo y requieren

intervención especializada para poder superar su dependencia. Son

amplias las referencias que se pueden obtener sobre los problemas

que representa el consumo de alcohol: la violencia intrafamiliar, el

ausentismo laboral y accidentes automovilísticos, que hoy

representan la primera causa de muerte entre los jóvenes de entre

15 y 30 años. Es precisamente este problema el que ha motivado a

la aplicación de varios programas oficiales entre los que se cuenta el

Alcoholímetro y Conduce sin alcohol.

De acuerdo con la investigación de Mitofsky, la edad promedio en la

que los actuales adultos mexicanos se iniciaron en el consumo de

bebidas alcohólicas es de 17.4 años; los hombres que se iniciaron a

una edad promedio más tempranas (16.8) que las mujeres (18.3). El

27% de la población y el 33% de los hombres declaran haber

consumido sus primeros tragos antes de los 16 años. Resulta

mayoritaria la proporción de los adultos mexicanos que declaran que

la cerveza fue la primera bebida que consumieron (68%), y también

es la que se prefiere hoy en día (61%); en ambas categorías la

segunda posición la ocupa el Tequila. Otros aguardientes como el

ron, vodka y whisky tienen una participación en primera bebida y en

bebida favorita menor al 5 por ciento. Por segmentos de la población

destaca que los hombres dicen ser más cerveceros que las mujeres,

y ellas más tequileras que los hombres. Por rangos de edad la

cerveza es más popular entre los jóvenes, que también llevan la

delantera en el consumo del vodka. Las mayores diferencias se dan

por región, ya que la cerveza es claramente preferida en el sureste,

mientras que el tequila sube su proporción de preferencia en el norte

y en el bajío del país. El vodka alcanza el 8% en el norte y el ron el

7% en el centro del país.

22% de los mexicanos declaran consumir bebidas alcohólicas por lo

menos una vez por semana, mientras que el 18% declara hacerlo

una vez por mes y 35% aún con menor frecuencia; una cuarta parte

de la población declara no ingerir bebidas alcohólicas nunca. El

lugar o momento preferido para beber por parte de la población

nacional es en las fiestas con el 43% de las menciones, seguido de

los domicilios particulares (35%) y los bares y restaurantes (18%).

Existen claras diferencias en la frecuencia del consumo por el género

al que se pertenece; mientras que el 31% de los hombres declara

beber por lo menos una vez a la semana, únicamente el 8% de las

mujeres lo hace con esta frecuencia; además, 38% de mujeres

declara nunca consumir bebidas alcohólicas, porcentaje que apenas

es 17% en los hombres. Por edades, los jóvenes menores de 30

años dicen consumir alcohol al menos una vez a la semana en el

27% de los casos. Por lo que respecta a los lugares donde se

acostumbra beber alcohol, los hombres pueden hacerlo en fiestas o

en sus casas, mientras que las mujeres dicen hacerlo mucho más

claramente en las fiestas; existe también una distinción clara en

función del poder adquisitivo, ya que mientras en los estratos

económicos bajos se acostumbra más beber en fiestas, en los

niveles altos se acostumbra con mayor peso asistir a bares y

restaurantes.

En México es menor el consumo per cápita en comparación con

muchos países europeos; sin embargo, los problemas asociados al

alcohol son mayores aquí; esto se explica a partir de las grandes

cantidades de alcohol que se consumen en una sola ocasión (de un

jalón, dirían algunos). Mientras que en otros países se utiliza el vino

o la cerveza de manera cotidiana y moderada para acompañar los

alimentos, aquí se consumen esas cantidades en una sola tarde o

noche de relajación, y en este sentido los mexicanos declaran que

en una fiesta donde se sienten a gusto, consumen un promedio de

5.3 copas o cervezas, aunque el 41% de los hombres consume más

de 6. En este renglón también destaca el norte del país con 48% que

se ubican en esta categoría. También existe una clara distinción en

función de la bebida preferida; quienes prefieren la cerveza tomas

casi 6 de ellas en promedio en una fiesta y quienes consumen otro

tipo de bebida tomas 5 tragos. Nuevamente destaca la categoría de

los hombres donde el 44% declara necesitar de 10 a más copas

para sentirse borracho; en el norte el 49% declara necesitar más de

la decena. Quienes consumen normalmente cerveza en promedio

dicen necesitar 10 de ellas para emborracharse, mientras que con

otra bebida este dato es de 8 copas.

Los estragos que causa el consumo sin moderación en nuestro país

son bien conocidos y como ejemplo destacan los accidentes y las

muertes que estos provocan; una buena parte de los bebedores

cuenta con experiencias amargas como producto de los excesos en

su consumo de bebidas alcohólicas; el 31% de los mexicanos

declara haber sido objeto de críticas a causa del alcohol consumido;

el 22% se ha peleado o discutido con familiares; el 19% lo ha hecho

con extraños; 16% acepta haber tenido lagunas mentales o

apagones por la cantidad de tragos consumidos; el 11% ha tenido

algún problema con la policía y un muy elevado 9% acepta haber

sufrido algún accidente de tránsito como consecuencia del alcohol.

Los llamados bebedores sociales pueden no tener problemas. Sin

embargo, no están exentos de llegar a beber a tal grado que no controlen su manera de consumir. Los enfermos alcohólicos, los que

no pueden vivir sin el alcohol porque tienen una alergia y una

compulsión por la bebida, generalmente, desean dejar el alcohol,

pero no pueden solos. Necesitan ayuda. Para ellos, si no lo saben,

hay una Comunidad de hombres y mujeres enferm@s alcohólicos

que comparten sus mutuas experiencias, fortalezas y esperanzas

frente a la enfermedad del alcoholismo. Forman lo que se denomina

Alcohólicos Anónimos. Si estos amigos que tienen problemas con su

manera de beber quieren dejar de sufrir, busquen en la página web

de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos

Anónimos (http://www.aamexico.org.mx)

Fuente: Centro de Inteligencia Política    
Categoría: RIESGOS ASOCIADOS AL EXCESO EN EL CONSUMO    





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