"No podemos en estos momentos considerar que sean las propias instituciones gubernamentales las que abran espacios para poder atender a estos pacientes que ya están, que ya existen, que ya están demandando la atención", dijo el titular de Conadic, Carlos Tena.

El funcionario mencionó que será el Seguro Popular el encargado de financiar el costo de los tratamientos y que hasta el momento se han canalizado 30 millones de pesos a los estados del País para que contraten estos servicios.

En el marco del foro "Comunidades Terapéuticas y Políticas Públicas", en El Colegio Nacional, el funcionario indicó que se estima que un tercio de los adictos al alcohol y una proporción menor de los dependientes a las drogas demandan tratamiento contra su enfermedad.

Agregó que estas cifras provocan que los centros de tratamiento contra las adicciones no estén a su máxima capacidad.

"Su capacidad es muy diferente, algunos atienden a 40 por ciento de su capacidad, otros 80 por ciento, no están llenos, yo creo que hay varios factores, las personas con adicciones no es fácil que quieran ir a recibir tratamiento, es un trabajo de prevención, de convencimiento, de apoyo.

"En estos momentos no puedo hablar de un déficit de atención, los centros que hemos visitado no están saturados", indicó.

A pregunta expresa, el funcionario reportó que a nivel nacional existen mil 800 centros de atención residencial a pacientes con alguna adicción los cuales son operados por el sector privado y por organizaciones civiles, pero son sólo 558 los que forman parte de la red de referencia y contrarreferencia del Conadic.

Además, recordó que existen 323 centros Nueva Vida en donde se dan servicios de información, prevención y atención primaria de las adicciones y 113 unidades de los Centros de Integración Juvenil.

Según la última Encuesta Nacional de Adicciones, levantada en 2008, en el País hay 400 mil adictos a drogas ilegales y 4.2 millones al alcohol.

Tena prevé que la nueva encuesta, cuyos resultados se conocerán a principios del próximo año, presente una reducción en el consumo de cocaína, pero difícilmente ocurrirá para otras drogas como los inhalables y la metanfetamina.