
Convivencia sin violencia
23/05/2011
Martín Espinosa
Martín Espinosa
Mañana se firmará un pacto nacional para evitar la venta de alcohol a menores de edad, iniciativa que, como otras de su género, promueve desde hace algún tiempo la organización Convivencia Sin Violencia, A. C., fundada en 2004 a raíz de la triste experiencia de un joven brutalmente golpeado por un grupo de muchachos que, en estado de ebriedad, casi le quitan la vida.
Caracterizado como un movimiento en pro de una cultura de la no violencia (tan necesaria en estos tiempos), la asociación ha lanzado una campaña para establecer la llamada cero tolerancia en la venta de alcohol a menores, con el fin de desalentar su consumo a través de la aplicación de la ley y de un compromiso firmado y la vigilancia de su cumplimiento por autoridades, dueños y operadores de bares, restaurantes, discotecas y centros de espectáculos; así como productores y distribuidores de alcohol, padres de familia y organizaciones de la sociedad civil.
Las cifras de los últimos años son alarmantes: la Encuesta Nacional de Adicciones de 1995 arrojaba datos en el sentido de que los jóvenes iniciaban el consumo de bebidas alcohólicas a los 22 años en promedio; para 1999 la edad descendía a 17, en 2001 ya era de 15 años y los más recientes números (2008) dan como promedio de edad los 12 años.
Cincuenta y siete por ciento de las alumnas de secundaria ha consumido alcohol y, por cada dos mujeres mayores de edad que incurren en esta práctica, una menor de edad lo hace. Señalan los expertos que estudios hechos por especialistas revelan que un menor de edad que consume bebidas embriagantes tiene 500 veces más probabilidades de convertirse en alcohólico que un adulto. En México, uno de cada seis adolescentes ya es alcohólico. El mayor problema del alcoholismo temprano ocurre en el DF, donde 45% de los adolescentes consume alcohol y 17% presenta problemas por su manera de beber.
Y otro dato contundente: los accidentes relacionados con el consumo de alcohol son la principal causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años de edad (uno de cada dos decesos). Quince mil jóvenes mueren al año en nuestro país en accidentes vehiculares y actos violentos relacionados con el alcohol: 42 cada día, lo que equivale a un salón de clases.
Por ello, más de 20 organizaciones públicas y privadas harán un esfuerzo para trabajar en el terreno de los hechos y disminuir estos índices por demás reveladores de una trágica situación por la que atraviesan miles de jóvenes mexicanos, sin contar con la alta exposición a otro tipo de drogas.
Está comprobado que la puerta de entrada al consumo de otras drogas es, precisamente, el alcohol. Y no porque no se deba consumir, sino porque su consumo en exceso cada día afecta más a la población joven y refleja parte del deterioro de lo que los sociólogos llaman el “tejido social” y que se traduce en mayores niveles de violencia en el país
Fuente: Excélsior
Categoría: PROGRAMAS DE PREVENCION
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