En esta reunión con medios se darán a conocer los resultados de Pernod Ricard a nivel mundial y el caso de México se considera un éxito, porque en 2005 cuando adquirieron Pedro Domecq, la empresa registraba múltiples problemas por la caída de su mercado, pero actualmente con marcas como Chivas Regal, Absolut, Azteca de Oro, Sauza, Presidente y Martell, tiene el liderazgo en vinos, brandy, cognac y vodka, y el segundo en whisky y tequila.

Un factor clave en la recuperación de Pedro Domecq es la dirección de Francois Bouyrá francés de origen, quien llegó a México hace 19 años para hacer una pasantía de 3 meses y no sólo se enamoró del país, sino que está totalmente tropicalizado aunque no pierde costumbres como jugar petanca que es característico de algunas regiones de Francia, a grado tal que instaló una cancha en su casa de campo en Malinalco y otra en las oficinas centrales de Pedro Domecq en México.

A pesar del crecimiento en ventas y la consolidación de las marcas de la empresa en México, Bouyrá reconoce que una de sus preocupaciones y no sólo de Casa Pedro Domecq, sino de toda la industria es el crecimiento en las ventas de las bebidas piratas o adulteradas que de acuerdo con Bouyrá representan ya 50% de todos los vinos y licores que se venden en México.

Bouyrá señala que la política fiscal ha propiciado este crecimiento en la comercialización de bebidas adulteradas o piratas porque hoy día la industria paga 53% de impuestos especiales o IEPS más el IVA de 16% lo que lógicamente se ha traducido en un incremento en los precios.

Es una política errónea, señala Bouyrá que es contraria al objetivo que realmente se requiere en materia recaudatoria y constituye ya una señal de alerta para el sector salud.