El comercio formal del país registra pérdidas por 75 mil millones de dólares al año debido a la piratería y el contrabando, estimó el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), Jorge Dávila Flores.

Aseguró en conferencia de prensa que la cifra es “estratosférica” si se realiza una comparación con lo captado en Inversión Extranjera Directa, remesas y por la venta anual de petróleo. Recordó que por remesas se captan alrededor de 21 mil millones de dólares al año, por venta de petróleo unos 25 mil millones y por turismo extranjero unos 12 mil millones de dólares.

Mencionó además que la ilegalidad crece 1.33 puntos porcentuales cada trimestre, para cerrar a finales de año con un porcentaje de poco más de 5.0 puntos, por lo que resulta preocupante que la población ocupada en el sector informal vaya en aumento.

En la actualidad, en el país hay más de 13 millones de personas en la informalidad que “están destruyendo la economía forma”, dijo.

Además, 50% de los productos que se comercializan en los tianguis, mercados sobre ruedas y puestos callejeros son de procedencia ilegal, ya que son piratas o de contrabando, sostuvo.

Urgen a regularizar a informales

Reconoció las acciones emprendidas por gobiernos, como el del Distrito Federal para eliminar la informalidad en algunas zonas del Centro Histórico, pero aseguró que han sido insuficientes.

“El jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard —quien tiene aspiraciones presidenciales— no ha podido solucionar el problema de una plaza, estamos rodeados del comercio informal. Es una falta de respeto para los empresarios afiliados a la organización y una falta de eficiencia del gobierno”, afirmó el empresario.

En ese contexto, llamó nuevamente a las autoridades para que adopten medidas en favor de la regularización de este sector y su incorporación a la legalidad, con los beneficios que conlleva como la incorporación a la seguridad social: atención médica y de vivienda.

“Convocamos a los partidos políticos para que aceleren el paso y aprueben la reforma laboral en un periodo extraordinario de sesiones”.

“En las manos del Congreso de la Unión está que el país siga adelante y responda a las demandas ciudadanas o se quede rezagado”, afirmó Jorge Dávila Flores.