LA COPA NOSTRA
El vicio que apuntala las finanzas públicas
06/12/2009
Arturo Gómez Salgado
Arturo Gómez Salgado
Los consumidores jóvenes aumentan al igual que la venta
de bebidas adulteradas mientras gobiernos de izquierda
y derecha se cobijan en una doble moral.
Vinculado al creciente índice de enfermedades hepáticas, accidentes automovilísticos, suicidios y homicidios, el consumo de bebidas alcohólicas en México es una pandemia que se expande,
sobre todo entre la juventud, donde la tasa de bebedores habituales creció más de 300 por ciento en los últimos 10 años.
A la fecha, de acuerdo a datos de la Secretaría de Salud, 33 millones de mexicanos son consumidores regulares de bebidas alcohólicas y de ellos, 15 por ciento cinco millones tienen
problemas serios de dependencia reflejados en degradación de sus relaciones familiares, bajo rendimiento laboral y afecciones renales, cardiacas, cerebrales y hepáticas.
Carlos Rodríguez Ajenjo, secretario técnico del Consejo Nacional Contra las Adicciones (Conadic), reconoce que el problema de abuso en el consumo de alcohol entre los jóvenes es preocupante no sólo por los efectos dañinos y muchas veces irreversibles que provoca al sistema cerebral y hepático, sino como primera causa de muerte por accidentes automovilísticos, riñas, suicidios y homicidios. Apunta que del millón 700 mil mexicanos que cada año se suman a las filas de bebedores habituales, un porcentaje importante son jóvenes de entre 15 y 24 años de edad que por lo menos tres veces por semana consumen más de cinco copas, punto crítico para desarrollar una dependencia severa.
Los jóvenes bebedores enfrentan el peligro adicional de consumir bebidas adulteradas con metanol, las cuales en la mayoría de las ocasiones se detectan en discotecas o barras libres donde abundan promociones y concursos. Comenta Rodríguez Ajenjo que la presencia en el mercado nacional de bebidas adulteradas va en constante aumento, y para dar una idea de los volúmenes de alcohol adulterado comercializados en el país menciona que entre 40 y 50 por ciento del alcohol consumido proviene del contrabando o es elaborado en destilerías clandestinas sin ningún control de calidad y es despachado en botellas de marca recicladas y rellenadas.
El secretario técnico de la Conadic señala que en breve se iniciará una campaña de sensibilización sobre los estragos que provocan las adicciones a la salud y sobre el riesgo permanente de consumir alcohol adulterado, que afecta directamente al sistema nervioso y puede causar discapacidad, ceguera o paranoia. El funcionario puntualiza que además de esa campaña de difusión, exigirán a las autoridades federales y locales una estricta
supervisión para frenar el contrabando y la producción ilegal de bebidas alcohólicas que ya se han llegado a detectar en cadenas de autoservicio con marbetes, hologramas y sellos fiscales apócrifos...
Fuente: Milenio
Categoría: INVESTIGACIONES
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