Institucionales, Othón Sánchez Cruz, quien destacó ante participantes de países como España, Brasil, Uruguay y Paraguay, que el problema de consumir alcohol y manejar no se solucionará con mayores sanciones, sino que debe existir una corresponsabilidad entre la ciudadanía, donde se brinde el mejor ejemplo desde la casa y la escuela.

Con el propósito de intercambiar experiencias y políticas de seguridad vial exitosas en las grandes urbes del mundo, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) participó en el encuentro Mejores Prácticas en Seguridad Vial, en la que estuvieron representantes de diferentes países.

En representación de la policía capitalina, Othón Sánchez Cruz expuso a detalle los orígenes y desarrollo del Programa Conduce sin Alcohol, que es considerado un modelo a nivel nacional y ha sido replicado en diversas entidades del país con considerable éxito.

El funcionario señaló que se trata de un programa amable, que mantiene un contacto permanente con la ciudadanía mediante la difusión de resultados y mecanismos de operación, en la que intervienen positivamente los medios de comunicación, que han permitido que el programa sea conocido y reconocido por la población.

Durante su exposición, a la que asistió el secretario de Salud capitalino, Armando Ahued, dijo que el programa conocido entre la población como Alcoholímetro lleva ocho años de aplicación ininterrumpida en los que se ha entrevistado a más de dos millones de automovilistas y se han realizado más de medio millón de pruebas de alcoholemia.

Asimismo señaló que a la fecha, se contabilizan 65 mil remisiones al Juez Cívico y derivado de ello 54 mil vehículos han sido remitidos a los corralones correspondientes, por la indisposición del conductor para continuar manejando.

Recordó que este programa fue puesto en marcha por el actual jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon cuando fungía como jefe de la policía y el actual titular de la corporación Manuel Mondragón y Kalb como subsecretario del área responsable de su aplicación.

También enfatizó que a lo largo de estos ocho años, los resultados empiezan a ser tangibles, ya que se observa en la estadística de accidentes vehiculares vinculados a la ingesta de alcohol un descenso de 30 por ciento a lo que se registraba en 2002 y se han detenido a 10 por ciento menos personas con mucho mayor número de fuerza policial.